Coctelera…

Coctelera…

«Los pollitos, amarillos o blancos, no hacen pío-pío, hacen miau». Farmacia Mella…

«Estados Unidos apoyaría el reemplazo de Aristide. Se jodió el moreno». Rambo….

Todos los indicios son de que el proyecto de la «ley de lemas» o del «voto preferencial» dormirá un chin. La legislatura se cierra hoy y aún cuando se da por un hecho que el presidente Mejía la mantendrá abierta, el proyecto citado no será discutido por los miembros de la Cámara Baja, después de las objeciones formuladas por la Junta Central Electoral (JCE). Si todo eso es así, anótele una pata a la sensatez….

Parece, mi querido Magino –y buenos días le deseo–, que la fiebre impositiva se apodera de todos en este país de la cigüita palmera. El gobierno central los ama –a los impuestos– con respaldo del Fondo Monetario Internacional o solo con el apoyo de los recaudadores y fiscalistas que se dan banquete por todos lados. Y todo hace indicar que las autoridades municipales se contagian a la carrera. Tenemos, viejito vagabundón, que ahora mismo hay un lío del carajo entre el Cabildo de la capital y la Asociación de Empresas de Publicidad Exterior. El Ayuntamiento ha fijado unos tributos de «hampanga» para las vallas y quiere cobrar hasta la intención. Parece, asimismo, que según el gobierno central impone cargas por decreto y por decreto pasa por encima a la ley, el Ayuntamiento se contagia con el proceder. Por eso, Maginito, sería interesante que se dijera si el Ayuntamiento, de motu propio, por su soberana decisión, puede imponer gravámenes. O necesita alguna autorizacioncita. Por ejemplo viejito charlatán de aldea, vale recordar que el 12 de abril de 1966, el presidente provisional doctor Héctor García Godoy, en sus funciones legislativas, dictó la ley 180. Esa ley, en su Artículo uno dice así: «Los arbitrios a establecer por los Ayuntamientos tanto del Distrito Nacional como de los Municipios, se someterán previamente al Consejo Nacional de Desarrollo por medio del Secretario Técnico de la Presidencia, para su correspondiente estudio y recomendación al Poder Ejecutivo». ¿Se cumple esa disposición?….

El Senado, caro Magino, aprobó un préstamo por 16.3 millones de dólares para la compra de dos lanchas y equipos para dichas embarcaciones. ¡Santa Bárbara bendita! ¡O Santa Válvula Blandita!, como decía Tres Patines. Me dijeron, viejito vagabundón, que en el Darío Contreras no pueden comprar «clavos» para atender a las personas que sufren fracturas que necesitan esa cosuanita por falta de quórum. Ahora el gobierno dizque soltará una boronita para los hospitales. ¡Es justo y necesario!….

La `carrera` de las maniobras con las `ventas` y donaciones de vehículos para el transporte de pasajeros comenzó aquí en 1961, cuando el entonces presidente Joaquín Balaguer adquirió las unidades que conducían choferes y las regaló a éstos, usando los fondo que se liquidaban y que habían pertenecido al Partido Dominicano. Es decir, Maginito, tenemos más de cuarenta años en esa vaina y solo los siete meses del gobierno constitucional dirigido por el profesor Juan Bosch se vio libre de esas vagabunderías. Después hubo que contar los Austin, aparecieron Unachosín, Sitrachosín y hasta Sitrafullín. Pasó el de los doce añitos y los diez del vuelve y vuelve, los perredeístas y peledeístas, los pollitos amarillos y blancos y el Renove de nuestras culpas. Lo lindo de toda esta vaina es que se han gastado miles de millones en pesos y dólares, en guaguas y carros, y el transporte es cada día más deficiente por no decir más malo. ¿De acuerdo?….

El Banco Mundial aprobó ayer un crédito por cien millones de dólares para el país, dinero destinado a reducir el impacto de la crisis sobre los pobres de la nación. Mire, Maginito, se ha probado que organismos internacionales de crédito tratan de darnos su empujón, algunos para ayudarnos, aún cuando a otros eso poco o nada les importa. Y por eso cualquiera se pregunta, ¿por qué somos tan difíciles hasta para recibir ayuda extranjera, ayuda de verdad?

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