¡Tenga buen día, don Magino! ¡Qué la semana laboral que hoy se inicia le sea placentera y que ese «placentera» no venga de placenta. Tengo para decirle que descansaré de hablar con usted por el día de hoy. Porque así lo deseo. Y mejor le dejo otro artículo sobre la moral, escrito por el ilustre don Manuel Ubaldo Gómez en diciembre de 1906. Lea el texto y disfrútelo…..

«La sanción moral es una de las fuerzas más poderosas que directa e indirectamente contribuyen al adelanto moral, material e intelectual de los pueblos, porque es ella la que controla el cumplimiento de los deberes sociales y desde luego castiga moralmente los desvíos…..

«Así como la sociedad civil tiene sus tribunales de represión, y las sociedades particulares tienen de honor, así la sociedad, en general, tiene un Tribunal Supremo llamado Sanción Moral, compuesto de la opinión pública educada en la práctica del deber y la virtud…..

«Muchos ejemplos tenemos de la fuerza poderosa de la sanción moral como poder moderador en los pueblos donde se rinde culto a la virtud. Parnell, el célebre leader de la libertad de Irlanda, el ídolo de aquella isla infortunada bajó rápidamente de la altura por el hecho de verse envuelto en un proceso de adulterio. Boulanger, el mimado general francés, despreciado hasta el extremo de tener trágico fin, por sus ofensas sociales, y últimamente Stoessel, admirado universalmente mientras se le creyó el digno militar de Puerto Arturo, despreciado y arrojado del ejército de su país por inepto y usurpador de las glorias que legítimamente correspondían al infortunado general Kondratchenko, el héroe verdadero de aquellos titánicos esfuerzos…..

«I así como sirve la sanción moral para el castigo, sirve para recompensar las virtudes, por ella se admira a Monroe descendiendo el solio presidencial para ser juez de Paz de un pueblo, a Cincinato como modelo de virtudes y nobleza, y sin apartarnos de nuestro suelo, a Billini y a Delgado como filántropos, a Rivas como progresista, a Espaillat como honrado y demócrata, a Duarte, Sánchez y Mella como patriotas…..

«Al terminar nuestro anterior artículo dijimos: «Hay que reaccionar, hay que poner coto a la gangrena social, y eso puede hacerlo la juventud sana y honrada, aunando los buenos elementos, rechazando los malos, premiando las virtudes y rechazando los vicios»…..

«Para llegar a esas conclusiones hay muchos medios, no hay que sonrojar directamente a nadie, basta el estímulo, la recompensa, para la regeneración de muchos o acaso para la enmienda de algunos…..

«Hay un medio sencillo de premiar las virtudes, que entre nosotros se emplea en cosas triviales e insignificantes, los certámenes. He ahí un medio de seleccionar premiando, de estimular agradando…..

«En lugar de votar por la señorita más simpática o más bella, vótese por la más culta, la más caritativa, la más laboriosa; en lugar de ¿cuál es el joven más feo o más mentecato? , vótese por el más trabajador, por el que no tenga ningún vicio, por el que no cifre su porvenir en la sucia y degradante política, por el que guste más del estudio, por el más modesto, etc…..

«Estimulando la virtud, el vicio se aleja, los abusos se corrijen. La sanción moral es una fuerza tan incontrastable, que en los pueblos donde existe, ni hay médicos que curen con botellas olvidando su deber de recetar, ni farmacéuticos que en perjuicio de las pacientes interesen a los médicos con un inmoral e ilícito tanto por ciento sobre las recetas que le envíen, ni maestros de escuela que ganen sueldos rascándose la barriga, ni sacerdotes que solo piensen en el dinero haciendo de la religión una mercancía…..

«I a propósito de esto, ¿qué certámenes más correctivos y estimulantes resultarían de estos puntos? ¿Cuáles son los médicos y farmacéuticos del país de más ciencia y conciencia? ¿Cuáles los maestros que cumplen mejor con su deber? ¿Cuáles los sacerdotes más virtuosos?…..

«Infinitos son los medios que tiene la juventud sana y honrada para que la sanción moral llegue a ser la valla de la corrupción que impera y más que valla, la ola que barra tanta podredumbre «elevando templos a la virtud y cavando calabozos al vicio»…..

Maginito, hace 97 años que don manuel Ubaldo Gómez escribió esta vibrante página. Léala, adáptele la forma a la época, pues el fondo tiene una vigencia extraordinaria. Y entienda, de una vez por toda, que es a la juventud a la que corresponde limpiar este país, pero solo a la juventud con una conciencia sana, honrada, que piense en el futuro suyo, de su familia, de su nación. No a los jóvenes que se dejaron corromper por el oro fácil que se metieron en la política para enriquecerse y hacerle más daño a la actividad. Esos, también tienen que ser barridos.