¡Hola, Magino! ¡A comenzar una nueva semana laboral! ¡Y todo igualito, amolando y siempre boto! Vemos que la crisis energética mejora, pues por una zona determinada de Santo Domingo, ayer domingo, los apagones de ocho horas se redujeron a siete horas y cincuenta minutos. Lo mismito de la gasolina, que le dan un tablazo de diez cocos y a la semana siguiente le rebajan quince centavos, para que usted no joda mucho la pista!….

Cuando de pista se hable, caro Magino, sin duda alguna que la del Plan Renove está resbalosa a más no poder y hay apuestas de que alguna gente se caerá en ella para romperse el silibín. Al menos, eso es cuanto debe indicar el calendario, si ese calendario se sigue al pie de la letra….

Cuando un hombre de la seriedad de Federico Lalane José, el contralor general del país, estampa su firma en una auditoría que revela el desastre del Plan Renove, apueste usted que cuando se dice por allí tiene que ser verdadero. Federico Lalane, viejito verde, no le haría un año gratuito al gobierno al cual le sirve, pero tampoco se cubriría de hollín para protegerlo. El, siempre, se ha caracterizado por su verticalidad y no es cierto que al caer la paloma se va a embarrar….

Después de leer las cosas que dice la auditoría del Plan Renove, al gobierno no le quedará más remedio que disponer una investigación a fondo de la situación y dejar al Poder Judicial que actúe con verdadera independencia. No se puede venir con la acostumbrada demagogia de que se investigará «hasta las últimas consecuencias» ni con el lindo estribillo de «caiga quien caiga». Hay que investigar con responsabilidad y la única manera de resarcir al paganini de toda esta vaina, es decir, al pueblo dominicano, es enviando a la justicia a lo mejor a gente a quien le convendría hablar menos pendejadas, sin privar en frutas finas, sin creerse con derechos a joder a todo el mundo y a disfrutar de impunidad para siempre. El reto está lanzado. ¡Renove o te jode!…..

El presidente del Senado, don Chú Vázquez, quiere que la Suprema Corte de Justicia actúe con celeridad a la hora de dictar el fallo sobre la consulta que se le ha hecho en relación a la ley de lemas o de voto preferencial, aunque algunos dicen que la ley es de enemas, de edemas y de una palabrota que va a pronunciar su mamacita. Por aquí, sin embargo, se cree que el presidente Hipólito Mejía no se vuelve loco esperando un fallo con la velocidad del rayo, pues ya él paseó a dos manos a Fello y a Milagros, y aunque afirma que busca la unidad partidaria, con ley de lemas o sin ley del voto preferencial, él va y no se sabe si Milagros y Fello están en esa onda. Por cierto, Magino, con ley de lemas, ¿irían de candidatos los perredeístas José Rafael Abinader y Enmanuel Esquea Guerrero? ¿Y qué es de la vida del aspirante Ramón Alburquerque, que ha quedado tan calladito? No, por nada….

La cosa está que arde en Haití. Le quieren romper el pichirrí a don Jean Bertrand, a quien parece que sus cálculos no le salen bien frente a una oposición que no cree en cuentos y que se atreve a tomar el control de ciudades. Don Tití tiene que cuidarse mucho pues lo velan por todos lados. Por cierto, Maginito, y ya que hablamos de Haití, tenemos entendido que en Puerto Príncipe existe una emisora de radio con el nombre de «Kiskeya, así, con dos k, pero que se pronuncia igualito que la otra quisqueya, la nuestra. ¿Qué metamensaje habrá en eso? Que opinen los haitianófilos y los haitianófobos. Total, ambos se dan gusto hablando pendejadas, cada uno tirando para su banda. El Bacho va con su Partido Auténtico Democracia (PAD). Ya la Junta lo aprobó, le dio vida. Ahora le pide bandera, distintivos, lemas y demás yerbas. El Bacho, como buen deportista, cree que en el país se puede abrir «una trocha» hacia el progreso social dominicano. Lo que tiene El Bacho que atender es que la trocha, después que la abran, la cierren en el momento oportuno para que la pelota no se salga….

Vincho Castillo, el presidente de la Fuerza Nacional Progresista (FNP), considera que el presidente Mejía «petrificó» su equipo económico. ¿Es decir, Maginito, que Carlos Despradel, José Lois Malkun, Rafael Calderón, Pérez Cuevas, y los silentes, constituyen, para Vincho, «hombres de piedra»? ¿No tenía un título parecidísimo, acaso, una vieja novela de Ramón Lacay Polanco?