Hoy 
Saludos, mi caro Magino. ¿Recuerda usted el anuncio que decía que este es un país muy especial? Pues coja y deje. El pasado domingo, en el carnaval vegano el secretario de Turismo, Felucho Jiménez, pudo haberse puesto de lo más mono, pues nada menos que dos ambulancias identificadas como propiedad de la Secretaría de Estado de Turismo se encontraban listas para servir en caso de necesidad. Sucede, sin embargo, que cuanto mostró el siempre alegre amable Felucho fue una tremenda sorpresa, pues esas dos ambulancias no aparecen registradas en Turismo; allí se ignora que se cuente con esas propiedades. Cabe suponer que ya se sabe de dónde carajo salieron los dos vehículos esos, no vaya a ser cosa de que en ellos se incurra en alguna indelicadeza y se le pegue a Turismo lo que Turismo no es…
De acuerdo con el caricaturista Harold Priego, los agresivos agentes de la Autoridad Metropolitana de Transporte (AMET) tienen una gran oportunidad de probar su preparación sin necesidad de abusar de indefensos ciudadanos. Solo tienen que marcharse a Irak y servir de aliados a la Bush Jazz Band. Es más, se puede hasta hacer un telemaratón para recaudar fondos destinados al pago de los pasajes y de seguro que el consulado general de Estados Unidos jamás negaría el visado a los altruistas carajetes que solo saben coger piedras para los más chiquitos: ¡Que vayan a Irak a dar rienda suelta a su ira, que allí el gas pela de verdad! …
Se puede decir, Maginito, que ya empezó su trabajo la escuela En el aire flota la vainita esa de la reforma constitucional. Ahora, en ocasión de un pronunciamiento formulado por el presidente Leonel Fernández, en Nueva York, se pone el tema sobre el tapete. El presidente Fernández favorece la representación, a nivel congresional y municipal, de comunidades formadas por dominicanos residentes en los Estados Unidos y otras naciones. El asuntito ya encontró eco local, nada menos que en representantes de los tres partidos calificados como mayoritarios. Estos creen viable la propuesta del presidente Fernández y no juzgan imposible que se designen por el voto popular representantes congresionales de criollos que viven en ciudades como Chicago y Nueva York y de naciones como España y Venezuela. Lástima que nadie se acordara de Puerto Rico…
Pero lo lindito del caso, mi querido Magino, es que la reforma constitucional no es un fly ni se tomará en cuenta solo para complacer al presidente Fernández o cosa que se parezca. Ya hay quienes hablan de reformas profundas la Carta Magna… oTratar de reformar la Constitución en estos momentos no es una pendejadita, pues eso se haría en un país que atraviesa por muy serias dificultades económicas y donde hasta la violenta reducción del circulante crea problemitas mayores. Dígame una cosa, Maginito, ¿ha oído usted a algún legislador hablar de la necesidad de reformar la Carta magna para proscribir, nueva vez, la jodida reelección presidencial? Y me atrevo a apostar que ningún legislador peledeísta está de acuerdo con eso y mucho menos desde el gobierno central. Los perredeístas que votaron a favor de incluir la reelección presidencial en la última reforma a la Carta Fundamental, son capaces, ahora, de querer eliminarla, para cerrarle el paso a una posible repostulación de doctor Fernández, algo que no tendría nadita de raro, pues el actual mandatario no es ni alérgico ni opuesto a la reelección. Pero esa gente es también capaz de querer eliminar la disposición que impide al expresidente Hipólito Mejía ser nueva vez candidato presidencial…
También no puede descartarse que legisladores de distintas fuerzas, con la vainita esa de la unificación de los comicios, busquen quedarse un par de añitos más disfrutando de la teta nacional y olvidándose que fueron escogidos por cuatro años y ni un día más. Esos legisladores son capaces de cualquier maniobra, por más artera que resulte, con tal de disfrutar de prebendas por todas partes. Por eso, Maginito, reiteramos que lo ideal es que se hable de reforma constitucional; si ésta se considera necesaria, después de las elecciones parciales del año próximo y que esa reforma se haga por virtud de una Constituyente. Es cuanto. Por ahora.
