Tengo para decirle,  mi querido Magino, que el ex presidente Hipólito Mejía es un ser atípico y chistoso; cosas muy serias aparentemente las toma a bromas; le mete un torpedo a cualquiera, sea hombre o mujer, joven o viejo; le endilga los peores calificativos a sus adversarios y veinte mil firmas más. Son esas “prendas” que adornan al ex mandatario, entre otras, las que pueden provocar que mucha gente, todavía, subestime al hombre que desempeñó la jefatura del Estado del 16 de agosto de 2000 a igual fecha de 2004…. 

No se engañe  que el ex presidente Mejía no es una pastilla de clorato ni un manicito tostado. Mejía es un político a tiempo completo y en un partido tan difícil y complejo como el PRD ha sido un auténtico triunfador. Quien gana una nominación presidencial y luego conquista el mando supremo del Estado no puede ser una persona carente de inteligencia. Por el contrario, se le supone muy inteligente y a eso se agrega habilidad, malicia, sentido de la ocasión y conocimiento cabal de la sociedad que va a dirigir….

Mejía,  como jefe de Estado, cometió errores, muchos errores y uno de los más garrafales fue aspirar a la reelección. Aún así, no se pase por alto el hecho de que manejó la Asamblea Revisora como le vino en ganas para que se reformara la Constitución. El gobierno de Mejía fue estremecido por la crisis bancaria de 2003. Se le culpa de un mal manejo de esa crisis cuando autorizó que se devolvieran depósitos por más de 500,000 pesos, algo que se cita como violatorio a la ley.

No se qué decirle desde el punto de vista legal pero desde el práctico estoy convencido de que si solo se hubiera pagado hasta 500,000 pesos, todavía estuviéramos peleando. ¿Qué hubiera pasado con miles y miles de ahorrantes de las asociaciones mutualistas, asociaciones que depositaron sus recursos en la banca quebrada? Mejía ha probado su liderazgo en el PRD y no es tan bobo para hacer mutis cuando está consciente de que es dueño de una buena cuota de poder….

Ese es el cuadro  al que tiene que hacer frente al ingeniero Miguel Vargas Maldonado, candidato presidencial derrotado el pasado 16 de mayo, pero quien ha emergido con liderazgo propio y va a buscar el mando en el 2012. Ese sería un Miguel Vargas más jugado a quien la experiencia le habrá enseñado a calibrar, no es a sus adversarios, sino a sus propios “compañeros” de partido. El buey no hala como antes, pero es con ese buey que el perredeísmo tiene que arar la tierra y si quien va a comandar una tropa para ese trabajo es Vargas Maldonado -ya un auténtico líder- tendrá que rescatar al bovino cuadrúpedo, como le llamaría el inolvidable José Candelario Tres Patines, que tiene Hipólito Mejía agarrado por los cuernos.