Coctelera

Coctelera

¡Hola, Magino! Tiene usted más vainas para divertirse que el carajo, en este país que ofrece grandes espectáculos cada día. Por ejemplo, usted puede gozar de lo lindo en los alrededores de Villa Altagracia, en el Norte, donde partidas de fascinerosos bloquean la carretera cuando les viene en ganas y que se rejodan los que van hacia poblaciones norteñas o regresan a la capital. Ninguna autoridad se atreve a meter en cintura a esos vagabundos que alegan que protestan por la falta de energía eléctrica, alegato que podría ser de todo el país.

En esa misma Villa Altagracia se proyecta una película en que muchos actores deberían ir ellos mismos a Najayo y sin esas vainas de medidas de coerción, pedir que los tranquen para su protección personal. ¿Quiere más? Por ahí tiene el juicio al ingeniero César Sánchez, administrador de la extinta Corporación Dominicana de Electricidad (CDE) durante la administración del agrónomo Hipólito Mejía.

Al ingeniero Sánchez le acusan de haber dispuesto de más de dos mil millones de pesos de los bonos soberanos, de que sé yo qué pendejada con una autopista eléctrica. El antiguo funcionario expresa que devolvió el dinero y nadie aquí, ni siquiera don Pancho el Boca de Burro creerá que el ingeniero Sánchez jugó al “tin marín de do pingüé” con esos chelitos. Cualquiera diría que existen ganas de joder, de molestar a Hipólito. El ingeniero Sánchez tendrá que salir bien del juicio que se le incoa y muy mal parados quienes han querido hacerle daño…

¿Le gustaría  otra peliculita? Aquí le va. En este medio, Magino, hay gente que nada tiene que hacer y vive inventando pendejadas. Por ejemplo, un diputado pretende cambiar letras al Himno Nacional. Ese legislador, al parecer ignora que el artículo 97 de la Constitución señala que “el Himno Nacional es la composición musical consagrada por la Ley No. 700, de fecha 30 de mayo de 1934, y “es invariable, único y eterno”. Ni siquiera el dictador Rafael L. Trujillo, con su poder omnímodo y afán permanente de megalomanía, se atrevió a tocar la letra del canto patrio que él mismo oficializó. En una ocasión, mi querido Magino, un poeta osó proponer cambios en el canto patrio, para incluir el nombre de Trujillo. El dictador envió a buscarle y le advirtió que si se atrevía a hacer esa propuesta otra vez “yo mismo te arrancaré la cabeza”….

Maginito,  cualquiera diría que nos faltan diez días para romperle el buche a los republicanos norteamericanos, llevando al negro demócrata Barack Obama a la presidencia imperial. ¡A asegurar los colegios electorales, moreno y ojo pelao con Bush!…

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