Entonces tenemos, mi querido don Magino, que el expresidente Hipólito Mejía se lanza a la candelá, a jugar con duro contra el gobierno de Leonel Fernández. No hay duda, viejito agresivo y charlatán, que ese hecho hará de la política vernácula alguito más ameno, pues no es verdad que don Hipólito dejará de lado sus frases cortas y afiladitas. El gobierno, por su parte, como gobierno al fin, le dará municiones para los tiroteítos verbales. ¿O acaso cree usted que Hipólito no le entrará a dos manos al proyecto del Metro, a la isla artificial frente al Malecón y a Beisbolandia? Aún cuando creyera en esos proyectos, el expresidente los bautizará con algo que no será agua bendita. ¿O se olvida usted de qué cuando se construían los pasos a nivel o a desnivel, el entonces candidato Hipólito los calificó de ´hoyos´?…

Pero lo lindo del caso es que el retorno de Hipólito a la arena pública se salpica con cosuanitas que vienen de su propio partido. Doña Milagros lo quiere fuera, de vacaciones, por unos 300 días más. Y el «soñador» Tomás Hernández Alberto asegura que Hipólito no es el dueño del PRD. Otras vainitas más se cuecen tras bastidores, pero sabido es que el expresidente no torea con miedo sino que, por el contrario, llega hasta la imprudencia…

Quienes ambicionan la presidencia perredeísta no ven con buenos ojitos que Hipólito se meta en la carrera, aún cuando el antiguo mandatario ha dicho que no ambiciona ese cargo, pues ostenta el gomígrafo de presidente ad vitam. Pero no se olvide las cuchumil ocasiones en que Hipólito dijo que no iría a la reelección. Jamás paró, sin embargo, a Hernani y su Mariachi en la reforma constitucional que le permitió perder con una pela de calzón quitao que le dieron el 16 de mayor del 2004. Y ahora mismo, Maginito, activos están Hernani y su Mariachi, aún cuando en ese mariachi hay músicos nuevos pues otros o se retiraron o a lo calladito tocan en otras bandas…

¿Y qué de raro tiene que la Autoridad Portuaria eleve el cobro por sus servicios? ¿No es ese un paso de costosa modernidad? A fin de cuentas, los guanajos consumidores lo pagan todo…

¡Hasta un día!…

El sociólogo Roberto Reyna es el nuevo rector de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), del Estado. Reyna ganó los comicios, con relativa facilidad, a sus oponentes Amado Reyes y Mateo Aquino Febrillet. ¡Cuánto hemos progresado en materia electoral! Todo fue paz y armonía en el proceso comicial de la UASD. Lejos han quedado, felizmente, aquellos días en que el calor de la campaña llegaba casi a la violencia. Hoy, por el contrario, profesores, estudiantes y empleados, aunque mantienen sus posiciones independientes, buscan el progreso de su alma máter. Es mucho cuanto se ha adelantado en la UASD. Los días de la ´guerra fría´ son parte de la historia Propicia es la ocasión, sin embargo, para rendir culto a los hombres y mujeres que, a través de los años, han luchado a favor de la UASD. Ni siquiera en los días de tumultos, la UASD, como casa de estudios, bajó la guardia. Pudo fallar en muchas cosas, pero la pluralidad de ideas, pese a la intransigencia de unos cuantos, pudo mantenerse en alto…

Adversarios de la UASD siempre han dicho que antes de que se concediera la autonomía al centro docente, había que estudiar y prepararse, pero que luego de ganada la citada autonomía, las cosas cambiaron en forma radical en cuanto a la capacitación profesional. Hay que coger y dejar, viejo Magino. La vieja USD se dedicaba exclusivamente al estudio. Ninguna otra actividad era tolerada. Había que estudiar y por eso se graduaron tantos profesionales preparados. Pero hay que decir que la USD, como universidad jamás buscó la verdad, misión fundamental de una alta casa de estudios. Después de erradicada la dictadura y recuperada la autonomía, la UASD había que verla dentro del contexto de la realidad dominicana de entonces, ¿Cómo podía marginarse de la agitación permanente de la sociedad en general? ¿Acaso no era la UASD parte de esa sociedad? Los enfrentamientos con el gobierno de Balaguer, de 1966 a 1978, también se justificaban. Cuando Balaguer gobernó, de 1986 a 1996, las relaciones fueron distintas, es más, fueron hasta cordiales, pues había cambiado el panorama nacional e internacional y el estilo del viejo caudillo. Hoy la UASD sobrevive y con todos sus problemas económicos, hace frente a las necesidades del país. Es una universidad donde se puede pensar con entera libertad. Es una universidad con auténtico sabor a pueblo. La forma en que transcurrieron los comicios de anteayer constituyen una nueva prueba de que se transita un sendero correcto, aunque cargado, como cargado está el país entero, de serias dificultades económicas.