Maginito querido, se acerca la hora cero. Y para que usted se de cuenta de que es así, ya el Poder Ejecutivo dispuso que desde el sábado al mediodía hasta el lunes a las seis de la tarde, nananina de trabajo. Los vagos pues están de plácemes, aunque justo es decir que tradicionalmente, el día siguiente de los comicios presidenciales, nadie da un golpe y se pasan las horas hablando y comentando pendejadas comiciales o bebiendo tragos trancaditos esperando a ver qué pasa….
Caro Magino, los días que anteceden al acto electoral, son días pertenecientes Aa un largo y ardiente verano@, sobre todo en un país como el nuestro, donde no es necesario esperar la llegada oficial de esa estación para sentir un calor que manda madre. La guerra de rumores que se desatan en esos días no es una boberiíta. Y lo que más se habla es de la comisión de fraudes. El hecho de que un candidato sea el Presidente de la República, es decir, un aspirante a la reelección, no es pendejadita alguna. )O se olvida usted, acaso, de los líos que se armaban cuando el doctor Joaquín Balaguer aspiraba a sucederse a sí mismo? Esa complicación electoral es una de las causas por las cuales tanta gente se oponía a que la jodida reelección se consagrara en la Constitución…..
Los rumores, de todas clases, siempre han sido aprovechados por los gobiernos para provocar comunicados de las Fuerzas Armadas y de la Policía, en los cuales se pone a los jefes a emitir distintos juicios, juicios que, en ocasiones, rayan en lo político. No pase usted por alto, por ejemplo, que en los días previos a las elecciones del 16 de mayo de 1978, las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional emitieron una declaración conjunta en la cual juraban defender el orden público y el gobierno legítimo que surgiera en las urnas. Es decir, Maginito, respetar algo a lo que se obligaban por acatamiento de la Carta Magna. Pero usted, que no es tan jovencito ni tan pendejito, debe recordar cuanto ocurrió en la madrugada del 17 de mayo, lo que obligó a una movilización internacional que no tuvo madre, encabezada por Jimmy Carter y Carlos Andrés Pérez, lo que obligó a Balaguer a frenar un gorilismo que ya comenzaba a crear terror….
Ahora mismo, viejito vagabundón y culebro, en la recta final del torneo electoral, hay rumores de todas clases, miedo por muchísimos laditos. Finaliza una campaña tórrida, en la cual el irrespeto campeó por sus fueros, independientemente de considerar que los miles de millones de pesos gastados en propaganda constituyen una sonora bofetada a la miseria de este pueblo. Los rumores han sido tantos que se tuercen declaraciones de candidatos y una especie de Aestado cultural@ mantenido durante la etapa dirigida por el doctor Balaguer ya se hizo presente: el Atradicional@ comunicado de los militares y los policías, garantizándole al país que mantendrán el orden público, que son apolíticos, que patatín, que patatán. En verdad, Maginito, siempre he entendido como innecesario que se ponga alas Fuerzas Armadas y a la Policía a decir públicamente, algo a que las obligan la Carta Fundamental y las leyes adjetivas….
Eso, cuanto provoca es que los partidos políticos comiencen a hacer una especie de calistenia mental, pues a las Fuerzas Armadas y a la Policía, por más apolíticas que sean, siempre se les verá como un organismo de gobierno y más complicada será su situación pública si el cabeza de gobierno trata de mantenerse como tal. Ahora mismo, Maginito, tenemos que un comunicado calificado de Aapócrifo@ por altos mandos circuló desde anteayer, un partido se hizo eco del mismo y anoche las Fuerzas Armadas y la Policía emitieron un comunicado oficial que se tenía planeado dar a la publicidad el viernes. Entre el comunicado oficial y el Aapócrifo@ hay pocas diferencias de formas y casi ninguna de fondo, lo que prueba que el borrador del citado comunicado voló hacia las manos de políticos y otras personas que no lo son…
Mire, viejito sinvergüenza, le reitero que mi creencia es que aquí todo saldrá bien, pues este país, sin duda alguna, cada día cobra más conciencia y ha dejado muy atrás a sus propios líderes en esa materia. Es innegable que las Fuerzas Armadas de hoy no son las mismas de hace veinte años. Pese al número exagerado de oficiales generales, no importa la causa que los genere, los militares de hoy son más preparados intelectualmente, mejor entrenados y están listos para desempeñar muchas funciones en la vida civil cuando les toque pasar a la misma.
Conocen, en su inmensa mayoría, cuáles son sus responsabilidades, cuales obligaciones constitucionales han contraído. No necesitan repetirlas, públicamente, a cada rato. Es por eso que entiendo que la emisión de comunicados militares antes de unos comicios es innecesaria. Es más, pueden crear hasta intranquilidad, cuando el deseo de quienes lo sustentan persiga todo lo contrario.