Coctelera

Coctelera

)Cómo está mi querido Magino, a solo ley de días para la celebración de las elecciones presidenciales? Dígame que bien y que usted no es de los aterrorizados que ya hacen filas ante las cajas de los supermercados, para cubrir compras realizadas cual si se acercara un huracán.

Mire, viejito charlatán, seis años se conmemoraron ayer de la muerte del líder perredeísta doctor José Francisco Peña Gómez, un hombre que sufrió, en carne propia, los prejuicios de una sociedad injusta que jamás le perdonó el haber alcanzado un liderazgo por méritos propios aunque nació en una cuna muy humilde. La siempre frágil democracia dominicana mucho debe al doctor Peña Gómez, pues aún cuando el líder político fue un hombre con ejecutorias discutibles en determinados momentos de su vida, nadie le discute su buena voluntad, su amor a su país y a su partido como tampoco se puede negar la existencia de fuerzas más que poderosas que le cerraron el camino al Palacio en momentos difíciles para la nación, cuando muy influyentes fuerzas le adversaban, el doctor Peña Gómez supo tirarse a la calle del medio y sabedor de que en esta época muchos asuntos no pueden verse fuera de contexto, se acercó a los poderes «liberales» del imperio y logró que se pusiera atención a los amañados procesos electorales quisqueyanos. Fue así como se desató un movimiento para seguir muy de cerca los comicios quisqueyanos y el presidente Jimmy Carter encomendó a sus solidarios funcionarios Terence Todman y Andrew Young dirigir un equipo que siguió cuantos pasos se dieron para organizar las elecciones del 16 de mayo de 1978, durante la administración del eterno Balaguer, presidente y candidato, a quien el propio Carter calificó como la «sonrisa de la democracia» dominicana y latinoamericana aún cuando el viejo zorro de la política criolla sabía que sus días estaban contados en el mando supremo de la nación….Peña Gómez, sin embargo, no se conformó con los «liberales» de Washington, sino que interesó, sobremanera, a la Internacional Socialista en la situación dominicana y fue así como líderes de prestigio mundial, –Willy Branet, Nario Scaris, Felipe González entre ellos– estuvieron con los ojos puestos sobre el país, todo el tiempo, y enviando sus observadores, a tiempo completo, para chequear el proceso comicial. Carter, por su parte, escogió un arma muy efectiva para evitar serios problemas contra el perredeísmo de Peña Gómez: usó al presidente venezolano Carlos Andrés Pérez como un mandatario de presión sobre Balaguer y su régimen. Con ese tinglado internacional perfectamente armado, el PRD pudo evitar que le escamotearan el poder presidencial en 1978, después que altos oficiales militares se embarcaron en la loca tarea de tratar de quebrantar el orden institucional, algo que un Balaguer conocedor de las coyunturas políticas tuvo que desautorizar. Balaguer, sin embargo, se las arregló para el «fallo histórico» aquel que le sustrajo al perredeísmo curules que había ganado y que le permitieron controlar el Poder Judicial y neutralizar el congresional. A Peña Gómez, en gran medida, se debe el triunfo perredeísta, avalado por un movimiento internacional que no entró en componendas de especie alguna y que sí contribuyó al encauzamiento de la democracia del país. En el aniversario luctuoso, un recuerdo, a la memoria de un gran hombre…

Maginito, lo valiente no quita la cortés. Los candidatos presidenciales de los partidos mayoritarios se preocuparon por la salud del exvicepresidente Jacinto Peynado, gravemente enfermo en un hospital de Miami, Florida. El presidente-candidato Hipólito Mejía rezó por la salud de Peynado en la basílica de La Altagracia, en Higüey. Leonel Fernández, del PLD, inició su discurso de cierre de campaña en el Cibao, en Santiago, con una petición y un ruego públicos por la salud de Peynado. Y lo mismo hizo el aspirante y antiguo adversario intra-reformismo de Peynado, Eduardo Estrella. Eso habla muy bien de políticos que, por otra parte, se han destrozado de boca entre ellos mismos…

)Pasa algo, mi querido Magino, con la cuestión azucarera en el Tratado de Libre Comercio (TLC) con los Estados Unidos? No, por nada, pero siguen los rumores de que una misión azucarera que iba para el Norte aplazó el viaje y dado el silencio oficial sobre la pendejadita, esos rumores crecen más. Lo raro de toda esta pendejadita es que dichos rumores se han destacado después del retiro de las tropas dominicanas que se encontraban en Irak. Y no creo eso de que Colin Powell se enterara del asunto por el The Washington Post.

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