Coctelera

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Buenas para don Magino, el más entusiasta apologista de la charlatanería. Sin duda, caro viejo, que este es un país muy especial, como decía el viejo anuncio de Bermúdez. Pero es, asimismo, un país donde cada día se aprende algo nuevo. Ahora tenemos, por ejemplo, que los dos candidatos favoritos de las encuestas para desempeñar la Presidencia de la nación son también boxeadores, con uno retando y el otro rechazando, cada no exponiendo sus motivos. Vamos más lejos, y descubrimos, igualmente, que un candidato a la vicepresidencia de la nación es matemático, según él mismo lo expresa. Ni modo, tendremos que llamarle Pitágoras además de Fello.

La campaña electoral llega a su fin. Solo le quedan cuatro días, cuatro días que serán inolvidables si tomamos con parámetro los cuchumil que le han precedido. Sin duda alguna, viejo sinvergüenza y retozón ¡nos jodimos!…..

Magino, hay que dar una suavecita, para refrescar este medio ambiente tan hediondizado por el inofensivo rockash que tiene tantos amigos y adversarios. La suave, por tanto, aquí va. Se tiene entendido que hace ya bastante tiempo la Junta Monetaria dictó una resolución por virtud de la cual el principal auditorio del Banco Central sería bautizado con el nombre ilustre de licenciado Jesús María Troncoso Sánchez. Me cuentan que el entonces gobernador licenciado Frank Guerrero Prats quería colocar una placa contentiva del dispositivo de la resolución en el propio auditorio y que aprovecharía, para hacerlo, el aniversario de la fundación del banco, en octubre de 2002. Pero ocurre que Guerrero Prats fue desguabinado antes de esa fecha y llevado a la Cancillería. Los meses pasaron y pasaron y nada se ha hecho, pues sin duda alguna que las “nuevas” autoridades del Banco Central han tenido más vainas que el carajo para entretenerse…..

Pero como nunca es tarde, vale decir que la resolución de la Junta Monetaria, tomada a unanimidad, es un reconocimiento justiciero a un hombre extraordinario que no solo fue el primer gobernador del Banco Central, sino el artífice de la creación de esa entidad. Bien cierto es que el dictador Rafael L. Trujillo le dio un respaldo total, pero lo hizo a sabiendas de que el licenciado Troncoso Sánchez era un hombre serio, capacitado y dedicado a una misión que entendía beneficiosa para el país. Troncoso Sánchez logró traer al territorio nacional a figuras tan prestigiosas como Raul Prebisch, de Argentina, y a los norteamericanos Henry Wallich y A. Griffin, economistas de sólida reputación. Wallich llegó a ser director de la Reserva Federal. También vino H. Priester, economista alemán que trabajó junto a Hjalmar Schat. La exposición de motivos hecha por Troncoso Sánchez para la creación del Banco Central y el establecimiento del papel moneda dominicano es algo realmente histórico y un documento que debe provocar orgullo….

El personal original del Banco Central, reunido por Troncoso Sánchez, claro está con el respaldo de Trujillo, fue notable, pues llevó al licenciado Ambrosio Alvarez Aybar como vicegobernador; a John Plauché de gerente, a J. J. Gómez de subgerente y Thomas Pearson de director de Estudios Económicos reemplazado poco después por el licenciado Horacio Pérez Licairac. Contaba, asimismo, con el concurso de hombres de la talla de Luis Julián Pérez, Oscar Guaroa Ginebra H., Arsenio Freites Barreras, Federico Echenique Nanita, Darío Barinas, Luis María Guerrero, Rafael Antonio Cruz, entre muchos otros…..

Troncoso Sánchez fue reemplazado al frente de la gobernación por su hermano Wenceslao, quien mantuvo un personal de planta no solo heredado, sino que lo reforzó para mejorar la operación de un banco que fue modelo de organización hasta que Trujillo decidió meter la mano en el mismo con actuaciones puramente políticas. Mire, Magino, darle el nombre de Jesús María Troncoso Sánchez, al auditorio del Banco Central es un acto que también prestigia a la propia Junta Monetaria, pues se honra la memoria de un hombre noble que solo derramó bien por donde pasó. Un hombre culto en todos los aspectos, un hombre que amaba tanto la poesía como la música y quien desde los días de la Colina Sacra” solía reunirse con los integrantes de los movimientos poéticos de vanguardia y a quien ni siquiera la cerrazón del régimen político imperante impedía recibir en su hogar a sus amigos Manuel Llanes, Juan Sánchez Lamouth, Manuel Valerio, Rafael Zorrilla, entre otros. Y es que no podía ser de otra manera, pues la sencillez era una de las características de este hombre sin igual, como lo ha sido también de sus hermanos intelectuales Pedro y Lao, una triología que no podía fallar en cuanto a comportamiento se refiere, pues solo el don de hacer el bien recibieron en ese hogar formado por don Manuel de Jesús Troncoso de la Concha (Don Pipí) y doña Alicia Sánchez de Troncoso. Cumplir la resolución de la Junta Monetaria, pues, es un deber de conciencia para honrar la memoria de quien en vida fue un auténtico príncipe.

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