Coctelera

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Muy buenas, mi querido don Magino. Voy a tratarle algo que nada tiene que ver con el denominado «Día de los Inocentes». Leo que una decisión oficial ha establecido que el venidero 16 de agosto «se trabaja» y que el festivo no laborable –jamás me atrevería a usar la expresión «el conmemorativo»– se celebra el día anterior, es decir, el lunes 15, todo para establecer el famoso «puente» que no interrumpa la «producción». Mire, Maginito, el 16 de agosto de cada año no es una pendejadita para los dominicanos. Es más, creo que es de tanta importancia como el 27 de febrero –que todavía no se han atrevido a mover–. Si el 27 de febrero se habla de independencia, el 16 de agosto también debería usarse es expresión en vez de solo restauración. Algunos hablan del 27 de febrero como fecha de «separación». El 16 de agosto, caro viejo, debe ser festivo y no me fuñan tanto con eso de la «producción», que ese no es más que un cuento chino. En el 2005 tenemos que el Día de Trabajo cae en domingo pero invocando una ley, se «celebra» el lunes. Es decir, un corridito de los buenos y la producción no importa un carajo, pero sí la demagogia. Por eso es que algunos chuscos no descartan la posibilidad de que algún día se disponga que el feriado de Corpus Christi se mueva del jueves, o que el Viernes Santo, por obra de algún genio, se traslade para un lunes. Para evitar que el 16 de agosto sea golpeado, ¿será necesario otro grito en Capotillo? ¿O será solo festiva esa fecha cuando cada cuatro años tenga que juramentarse un nuevo presidente o ratificar al que estaba, ya que somos tan carajetes que reinstalamos la reelección del mandatario de turno por cuatro añitos más?…

Y ya que hablamos de puente, mi querido Magino, no se crea El Nacional que su idea, en ocasión del Día de los Inocentes, de construir una vía que una a Dominicana con Puerto Rico es una pendejadita. No se le puede dar luz al enemigo. ¿Pone usted en dudas, Maginito, que algunos vivos ya piensen, tanto aquí como en Borinquen, en llevar esa idea a la práctica? ¡Los ingenieros, los políticos y los salteadores son una vaina muy seria! Ese puente colgante, de seis carriles, que inocentemente es propuesto para retozar, parece una concepción de «El Desarrollador» –¿se acuerdan de ese personaje?–. Además, ¿no se venden solares en la luna y hay quienes los compran «por si acaso? recuérdese, don Magino, «que el vino que bebe Asunción, no es blanco ni tinto ni tiene color»…

«Por los cuartos baila el mono. Más, todavía, si los cuartos los tiene el dueño del mono». Farmacia Mella…

La comisión cambiaría «es pa»lante que va». Del diez al 13 por ciento dentro de uno diitas. Los fiscalitas no son pendejadita alguna. El dos por ciento a las importaciones se va al concluir el año y alguien tiene que reemplazarla. Coja dos del tres para eso. Y el restante unito, ¿se olvida usted del déficit fiscal? No le mencione su mamacita al FMI, que si por aquí adentro no nos disciplinamos, de fuera vendrán a apretarnos las tuercas porque no somos más que unos carajetes indolentes…

Preguntaba un chusco en la tarde de ayer, si el famoso grito de guerra de Ramón Alburquerque, «entren to (sin el sanantonio)», fue alguna vez lema en el Ejército Nacional. No, por nada…

Protocolo del Palacio advierte que se necesita «traje de calle» para acudir el Día de Año Nuevo a la sede del Poder Ejecutivo y saludar al presidente Leonel Fernández. Ya lo saben los trasnochadores y algunos liberales, no se dejará entrar gente en pijamas…

De nuevo el Escogido canta «adiós muchachos, compañeros de mi vida». Hasta octubre del año próximo, cuando los Leones, con más fe, anunciarán un trabuco que «resucitará días de gloria, aunque sean de la Guerrero, quien por cierto es liceísta…

¿No será, acaso, que el puente que se quiere construir con un 16 de agosto laborable, tiene algo que ver con aquel «dime tú, puente de piedra», al cual le cantaban Los Bocheros en el decenio del 40 del pasado siglo? Por cierto, Maginito, hay que aprovechar el dinamismo de Trabajo para preguntar si en esta temporada navideña –y en otras también– todo el comercio da cumplimiento a las leyes laborales, sobre todo en aquello del pago del las horas extras. No, por nadita…

Maginito, no se asuste mucho, que en enero siempre sube un tanto la prima del dólar. Eso es fácil de observar. Y de recordar. Lo jodoncito es el alcita que sufre en este diciembre en que se supone que entran muchísimos dólares que traen los «ausentes» y que remesan los ausentes de verdad. Pero esas son cosas de la globalización que los economistas y cambistas justificarán con «sólidos» argumentos, por más desacreditado que este ese vocablo en el campo del dinero.

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