Hay que tener cachaza para decir que el oficialismo nada tiene que ver con la distribución de apagones, de esos apagones que tanto gustan a los ciudadanos, porque la luz daña la vista, mientras que la oscuridad que regala el Estado protector cuida los ojos más que el genio oftalmológico del sabio Carlos Dante Heredia. Cuando se escuchan expresiones como esas de que el oficialismo no es responsable por los apagones, cualquiera se pregunta ¿quién carajo fue el comprador de las acciones que tenía Unión Fenosa en Jode Norte y Jode Sur? ¿No es el Estado, acaso, el único dueño de esas queridísimas Jode?. ¿No es el gobierno quien las opera? Mire, viejito vagabundón, déjese de pendejadas y si usted tiene una máquina de escribir mecánica, sáquela, desempólvela, mándela a limpiar, pues por el camino que vamos, habrá que darle mucho uso. Estamos en un punto tal, que el carro del progreso a lo mejor se lleva las computadoras para casa del carajo. Y se acabó…..

Magino, tenemos que cuidar la historia. Leo una crónica de una visita del cubano Delio Gómez Ochoa a la jefatura del Ejército. Y se dice allí que el antiguo comandante es el único sobreviviente de la gesta militar antitrujillista de 1959. Vamos por partes. En primer término, de esa gesta sobrevivieron juntos a Gómez Ochoa, su compatriota Pablo Mirabal, entonces un niño; Mayobanex Vargas, Francisco Medardo Guzmán, Poncio Pou Saleta y Gonzalo Almonte Pacheco. Vale recordar, Maginito, una patética foto en que se ve un ancianita colgada del cuello del dictador Rafael L. Trujillo, mientras le agradece el haber perdonado la vida a su hijo Almonte Pacheco. Este fue puesto en libertad junto a Pou Saleta, Guzmán y Vargas, pero creyó en aquello del perdón absoluto y comenzó a frecuentar bares en Restauración y una buena noche fue asesinado a puñaladas….

Ahora bien, si se quiere decir sobreviviente a Gómez Ochoa por ser el único de los expedicionarios que queda con vida, también se yerra. Del grupo, gracias a Dios viven Pou Saleta y Vargas. Quien murió hace unos años fue Guzmán. Por otra parte, y atendiendo a lo que dice la crónica, Gómez Ochoa asegura que Kalil Haché fue jugador de polo acuático. Falso. Haché jugó polo, simplemente polo. Montado a caballo y en tierra firme. Nunca en agua…..

Veo, mi querido Magino, que el colega Radhamés Virgilio Gómez Pepín, en sus “Pulsaciones” del domingo, recuerda con mucho cariño las viejas serenatas de su Santiago natal. En ese mismo domingo, también en El Nacional que dirige Radhamés Virgilio, Aliro Paulino reproduce una vieja foto del Trío Nacional, formado por Manolito González, Niño Pérez y Rafaelito Bustamante. ¡Cuántos gratos recuerdos! Ese formidable trío hizo época no solo en la Z sino también en barriadas muy populares con las clásicas serenatas. Tremendo dominio de las cuerdas y voces románticas y cautivadoras, Manolito, Niño y Rafaelito tenían su base de operaciones en el Julia, bar-restaurante al lado del cine del mismo nombre en la avenida Duarte, entonces José Trujillo Váldez. El Coctelero también gustaba de las serenatas, aunque no cantaba como Radhamés Virgilio y por eso no necesitaba que las piedras fueran sus acompañantes, aunque a veces Manolito, a petición de parte, interpretaba melodías “provocativas”. Como aquella en que cantaba “yo tengo una linda cabaña/que espera solamente por tí/si vieras que bonita/se ve en la montaña/ cuando en noches de luna se baña…..”

De todos modos, Radhamés Virgilio, ya no estamos en tiempo de dar serenatas y aun cuando se pudiera, ¿tú sabes lo complicado que sería dedicarle par de melodías y un poema con melopea y todo, a la amada soñolienta, si esta vive en un décimo piso?…..

Ronald Reagan acaba de morir a los 93 años de edad. El dos veces presidente de los Estados Unidos no fue una pastillita de clorato. Pero se puede asegurar que sorprendió hasta a sus más enconados adversarios y jamás se le apretó el pecho para tomar decisiones. Alcanzó enorme popularidad y ni siquiera el revés cuando el escándalo Irán-Contras amenazó esa popularidad. Se puede afirmar que fue un gran presidente en su momento, un hombre que se la supo jugar todo el tiempo. A largo plazo se probó que no estaba equivocado cuando defendía su “guerra de las galaxias”, que llevó hasta el histerismo a la entonces desafiante Unión Soviética. Reagan fue narrador de béisbol en su país natal. También fue actor, aunque en ese aspecto, colocándolo en una segunda categoría, va más que bien. Paz a los restos del ex presidente norteamericano.