Coctelera

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Muy buenas para usted, don Magino. Ayer, como si fuera poco cuanto pasa por estos lares y solares, Diario Libre trae una información que le «zumba la malanga», como solía decirse en la Cuba pre Castro. Nada menos que un carguito al Grupo Westmont, de Malasia, que quiere «establecer» dos unidades de carbón para producir seiscientos megavatios de energía en la República Dominicana de nuestros amores. En el «Informe Global de la Corrupción», edición del 2001, se lee que los amiguitos de Westmont sobornaron funcionarios en Tanzania para instalarse por allí y ahora los habitantes de ese país pagan más carita la energía, solo por el gasto en combustible…

No sé cómo hemos negociado con gente que ya en el 2001 era acusada de soborno. Eso prueba, sin duda alguna, que negociamos sin investigar a fondo con quién hacemos negocitos. Hasta donde se ha dicho aquí, Westmont ofrece dos unidades valoradas en quinientos millones de dólares, que tardarían unos veinte meses en instalarse en este país del carajo. Me dicen que son unidades fabricadas en 1994. Como estamos de suerte, se asegura que lo «único» que tienen que hacer los dominicanos es lograr un préstamo por 140 millones de dólares, y pagar siete millones mensuales a Westmont, durante veinte meses, es decir, mientras dure el período de instalación. La totalidad de la suma sería reembolsada en energía cuando las plantas comiencen a operar. Vale presumir que alguien conseguirá un seguro por los siete millones de dólares que el país entregará cada mes, pues como todos somos hijos de Dios, ¿quién quita, por ejemplo, que al tercer mes, y habiendo pagado veintiún millones de los verdecitos, algo provoque una debacle en Westmont —el Creador no lo quiera— y quedamos más guindados que Perico cuando cayó en la estaca, o como el sapo Negrito y Simó, aquel sapo de «salta y se ensarta»…

Afortunadamente, aquí se ha dicho que el presidente Leonel Fernández no daría luz verde para seguir con el negocio de Westmont, hasta tanto el Banco Mundial u otros organismos internacionales que gravitan sobre la economía quisqueyana den su visto bueno a la cosuanita. El Coctelero cree, don Magino, que el Banco Mundial puede dar largas al asunto, pero que, a fin de cuentas, pondrá un stop a la operación, y lo mismo hará el inefable. Fondo Monetario Internacional (FMI). Debo decirle, viejo sinvergüenza, que en caso de que el Banco Mundial apruebe la negociación, hay que recordar que fueron economistas de esa institución los que avalaron aquella famosa negociación con Hydro Quebec Sofatie, de la cual salimos más mal parados que el carajo, pues nos engañaron como a simples muchachitos, obligándonos a depositar veinticinco millones de dólares en fideicomiso, en el Barclays Bank, del cual la empresa canadiense se descontó pagos por servicios que no prestó, pero que estaba autorizada a cobrar, pues así lo permitía el contrato preparado con dominicanos que, cuando menos, debieron recibir una buena pela de chucho…

Lo que no entiendo, Maginito, ni nunca acabaré de entender, es por qué se ha negociado o negocia con una empresa que desde el 2001 arrastra cargos de haber realizado operaciones sucias para conseguir un contrato. Y no es solo en Tanzania donde se pone en dudas la calidad moral de Westmont. También en Uganda no se lanzan florecitas a la empresa de Malasia, pues en la tierra de Amín Dada se le vincula a operaciones non sanctas en el sector bancario. Es más, viejito corruptor, lea lo que dice en parte el «Informe Global de la Corrupción 2001»: «El análisis de riesgo de su importante proyecto energético (de Tanzania) se hizo de manera deficiente, de acuerdo con los críticos, e impuso costos innecesarios al detener el desarrollo de otro proyecto de energía mucho más barato, que hubiera explotado las abundantes reservas de gas natural del país. Al contrario, Tanzania se vio obligada a utilizar sus escasas divisas para importar el diesel para el proyecto Westmont. En Uganda, el nombre de Westmont saltó en el sector bancario, donde surgieron acusaciones malos manejos en la privatización del Banco Comercial de Uganda en 1999». ¿Quiere más?…

Escrita esta columna, mi querido viejo, se produjo la declaración del presidente Fernández alrededor de la convención de su partido de la Liberación Dominicana (PLD), declaración que arma el lío de Belén y los Pastores. Lo de ‘su’ es por costumbre, pero a lo mejor por eso grita el mandatario, porque ya no es exclusivamente «su» partido. De todos modos, viejo verde, creo que Leonel impondrá su liderazgo y romperá brazos para buscar la repostulación, enfrentándose a un PRD que quiere volver y el cual luce, en apariencias, que solo tiene a Miguel Vargas Maldonado como aspirante visible de la nominación, aunque es temprano para ablandar habichuelas sobre todo las criollas?.

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