Coctelera

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¿Cómo la pasa, mi querido Magino? Supongo que bien, pues lo estimo una persona sensata, consciente de que ya usted no es un buen abridor y mucho menos un cerrador. A lo sumo un regular preparador de mesa, como se dice hoy en el béisbol de laboratorio… Tengo para decirle, mi querido viejo, que no censuro a los directores de la huelga en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD). Ellos, desde su óptica, a lo mejor han hecho muy bien en ratificar la huelga, pues si el Gobierno, de motu propio, ha dado señales de debilidad sin nadie pedírselo, a lo mejor apretándolo, grita, y entonces el todo va a favor de quienes se consideran dueños de la alta casa de estudios y del destino de más de 150,000 estudiantes… Creo, y lo creo de verdad, que el Gobierno ha actuado de buena fe y que la mediación de doña Ligia Amada Melo Cardona está dirigida a evitar lo que ella y mucha gente cree como una fuente de dificultades. Pero, ¿no hubiera sido mucho mejor que ofertas y contraofertas se manejaran entre autoridades universitarias y los huelguistas? ¿No es la vía institucional la más favorable? Es cierto que la UASD es una propiedad estatal, pero disfruta de autonomía en todos los órdenes. ¿O acaso las autoridades uasdianas consultan con el gobierno central a la hora de fijar salarios o disponer de viajes al exterior?… En último caso, Maginito, y si la preocupación del Gobierno central fuera tan grande como para bajar la guardia en un pleito que no es el suyo, ¿por qué no informarle a la UASD, a sus autoridades, que aumentaría el presupuesto el año próximo para que subiera el salario a los profesores y empleados así como también las otras “conquistas” por las cuales se “lucha” y todo eso sin mediador oficial? Entonces las autoridades que se fajen a negociar con los huelguistas, pero sin vincular, como ya vinculan, al Gobierno central en esta vagabundería. Por aquí creemos que los huelguistas han logrado gran parte de sus objetivos, sobre todo meter al Gobierno en el barril, pues quienes crean que la política está lejos de este “conflicto”, lo mejor que harían sería votar por Pichón de Burro en las elecciones del 16 de mayo venidero, y eso no sería muy difícil, pues por allí está el Pichón de Burro que hace ola… Lo más lamentable de todo este enredo es que la inmensa mayoría de los estudiantes salen perjudicados en la recta final de un semestre, aunque unos cuantos vagos se sienten estimulados por la actitud “reivindicativa” de profesores y empleados, muchos de los cuales creen, todavía, que creando dificultades y ofreciendo motivos para alteraciones del orden, se echan las bases para buscar cambios ya descartados a nivel mundial. Es una lástima, una verdadera lástima, que todo esto ocurra en los precisos instantes en que el Gobierno -con el respaldo de los contribuyentes- invierte miles de millones de pesos y dólares en la construcción de edificaciones dirigidas a modernizar las arcaicas estructuras físicas de la casa de estudios y dota a la instalación de la más moderna biblioteca del área. Eso, al parecer, no es inversión en educación. Inversión en educación es, sorpresivamente, paralizar la más vieja casa de estudios de estos lugarcitos, para exigir un alza salarial… Las autoridades de la UASD son las que tienen que negociar, de tú a tú, los problemas que han creado y crean la huelga. Son esas autoridades y esos directores de huelga, quienes deben sentarse a dialogar y a evitar mayores dificultades a los centenares de miles de estudiantes que reclaman una educación que, por cierto, es casi regalada. El Gobierno, si bien tiene que observar todo cuanto pasa, no puede estar de blandengue dando demostraciones de que tiene miedo a algo que, más tarde o temprano, se revertirá en contra de sus gestores.

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