Coctelera

Coctelera

Buenas, Maginito. Usted sabe, tan bien como el Coctelero, que el presidente venezolano Hugo Chávez Frías vino y se fue. Creo, hasta que me demuestren lo contrario, que fue una visita fructífera para los dominicanos. Firmó convenios petroleros con el presidente quisqueyano Leonel Fernández y acudió a inaugurar la Plaza Bolívar, en la avenida del mismo nombre y Máximo Gómez. Bello homenaje al Libertador. Chávez es el más votado presidente en la historia continental, pues en un solo período de gobierno ha ganado más elecciones que el carajo. En las últimas, conquistó 20 de 22 gobernaciones, lo que no es bollito de yuca. Si alguien se siente irritado por la visita del antiguo coronel venezolano, pues mil perdones, y a luchar, soldados valientes….

¿Que el gobierno dosificará la información? ¿Y qué? ¡No se ha muerto la gente a la que le dosifican la comida y los medicamentos! Lo lamentable es que el gobierno no dé a la publicidad el estudio completo que concluye expresando el supuesto malestar que sufre la población cuando se le brindan noticias relacionadas “con la impertinencia y el escándalo”. Interesante sería, también, conocer quiénes hicieron el estudio de marras…

Una muy reciente declaración, formulada por el vocero oficial gubernamental, merece ser respetada en todos los órdenes. Eso no implica, necesariamente, que los juicios deban ser compartidos. Dice la declaración, entre otras cosas: “Hasta cierto punto la evaluación que hemos hecho indica que la población dominicana está fastidiada de la injerencia, de la impertinencia, de los escándalos, de las intervenciones en sus hogares, en la sala, en el comedor, en la habitación, de parte de funcionarios del gobierno y del propio Presidente de la República”. Eso, Maginito, cualquiera lo entiende y cualquiera no lo entiende, como hubiera expresado, en sus buenos días el general Ulises Heureaux (Lilís)…

Es posible, muy posible, que la población dominicana, como señala el vocero oficial, esté cansada del injerencismo gubernamental, siempre y cuando ese injerencismo esté consagrado a exaltar la mentira, las informaciones inexactas que más bien son desinformaciones, así como también las muestras de arrogancia, de soberbia, de falta de humildad, de algunos funcionarios que se creen dueños de la nación. En cuanto a la presencia del Presidente de la República, si bien es cierto que el jefe del Estado no puede estar haciendo pronunciamientos por cada quítame esta paja, el país sí necesita, periódicamente, escuchar a su mandatario, oír de su propia voz descripciones de cómo van las cosas. Si el principal ejecutivo de la nación no gusta de las conferencias de prensa, de los discursos periódicos, como fue el caso del actual estadista durante su primer mandato, ni modo, a respetar esa decisión pero al mismo tiempo a lamentarla.. oEl vocero gubernamental manifestó que durante la pasada administración del presidente Hipólito Mejía se ofrecían abundantes declaraciones pero de mala calidad. Bien. Eso es cuestión de perspectiva. Aún así, preferible es obtener informaciones de “mala calidad”, a no obtener informaciones o conseguirlas cuando los organismos del Estado concluyan de pulirlas a su imagen y semejanza, para facilitarlas a su conveniencia, pasando por alto un hecho: solo periodistas adocenados o entregados a causas gubernamentales las recibirán como buenas y válidas, sin comprobarlas en muchas fuentes que podrán ser vitales para la buena marcha de la nación. De todos modos, Maginito, las opiniones en cuanto a calificar las declaraciones de prensa de la gente del pasado gobierno por parte del actual, son sumamente subjetivas…

De ahora en adelante, Maginito, prepárese, que del gobierno saldrán pronunciamientos en los momentos “oportunos”. El concepto de oportunidad será establecido por el propio gobierno. Y todo eso será para evitar preocupaciones a la población. Eso está muy bien, pues es injusto preocupar a la gente, digamos, explicándole las causas de los fuñidos apagones que todo lo dañan. Como se es injusto señalándole pendejadas de supuestos de robos de equipos médicos en hospitales, cuando esos equipos eran usados en los mismos centros. Más ‘oportuno’ sería que se le dijera a la población, aun cuando se le preocupara un tanto, cómo y quiénes compraron, una vez, equipos inservibles para el IDSS. O que se preocupara a la misma población revelándole los nombres de los salteadores contrabandistas que no salen de las páginas de los periódicos y de las pantallas de la televisión, pero muy bien encubiertos. Finalmente, Maginito, si usted cree que un gobierno es una especie de logia, ni modo, como buen masón, guarde el secreto.

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