Coctelera

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Querido Magino, a veces cualquiera se pierde más que el hijo del piloto del «Espíritu de San Luis». Tenemos ahora que el canciller haitiano, Herald Abraham, entiende que los problemas de su país y los dominicanos deben abordarse con «soluciones conjuntas». Al menos, eso lo dice la prensa de la capital, del pasado viernes, horas después que el presidente Leonel Fernández, al rechazar con energía que el nuestro constituya un «Estado fallido» manifestara que los problemas haitianos y dominicanos son distintos y, por tanto, no pueden abordarse con «soluciones conjuntas». Cuando el canciller haitiano produjo sus declaraciones, en el Foro de los estados caribeños, presentes se encontraban el vicepresidente Rafael Alburquerque y el canciller Carlos Morales Troncoso. Suponemos que por gajes diplomáticos y democráticos, ambos guardaron silencio ante el pronunciamiento de un funcionario extranjero que refutaba al presidente dominicano. ¡Ver para creer!.. Tengo un amigo muy querido, viejo Magino, antiguo militar él, que viene diciéndome, desde hace meses, que hay un plan para ocupar el país en este año. Anteayer, al leer las declaraciones del presidente Fernández rechazando cualquier especulación en ese sentido, el amigo me llamó por teléfono para recordarme y reiterarme su posición. Le dije y le reitero que no creo en eso, aunque lo diga el presidente Fernández —quien no lo dijo— y lo reafirme mi viejo amigo ex militar. ¿Por qué no creo en una ocupación del país, se sobrentiende que militar? Por una sencilla razón: los norteamericanos, los únicos que osarían hacer eso, han metido la pata más que el carajo, y en muchas partes, pero aún así no los creo tan insensatos de disponer la ocupación militar de otro territorio extranjero, abriéndose un nuevo frente que llevará luto y dolor a muchas familias estadounidenses que no lo merecen. De todos modos, me preocupa mucho lo que dijo el presidente, pues algo sabe él que no sabemos nosotros.. Eso sí, don Magino, el imperio tratará, cada vez más, de aumentar su influencia en este medio, influencia que no es poca, que no es chiquita. Fíjese en un detallito, sectores nacionales reaccionan indignados ante la renuncia de la soberanía dominicana para procesar militares y civiles gringos que delincan, debidamente sometidos ante el Tribunal Internacional de Justicia cuya jurisdicción no reconoce Estados Unidos. Pues bien, caro Magino, al día siguiente de aparecer esas críticas en la prensa, el presidente Hans Hertell —perdón, el embajador Hans Hertell— se pronuncia airado en contra de los críticos y hace una defensa ardiente de la justicia de su país. ¿Y quién carajo ha puesto en duda la seriedad de los tribunales norteamericanos? Somos los primeros en reconocer la calidad de la justicia estadounidense, su independencia y si hay fallas en algún momento por esos laditos, fallas las hay en las mejores familias, en las más honradas y verticales. Pero si nos llevamos de cuanto dice el señor Hertell, lo que debemos y tenemos que hacer es cerrar los tribunales quisqueyanos, lo que nos ahorraría una buena cantidad de dinerito, y pedir a la justicia de Estados Unidos que venga para acá y se haga cargo de quienes meten la patuana y delinquen. Es más, habría gente aplaudiendo por eso. ¿Verdad, Maginito?… Anteanoche se disfrutó de lo lindo con la presentación del economista dominicano Víctor Canto, quien acudió a «Triálogo», para ser entrevistado por los economistas Andy Dauhjare y Jaime Aristy Escuder. ¡Cuánta independencia de criterio mostró Canto cada vez que lo querían llevar a un terreno previamente escogido! Y cuando habló del desastre de la educación dominicana, hizo una propuesta que es posible que merezca el respaldo de muchos, que se obligue a los funcionarios del gobierno, comenzando por los legisladores, a inscribir sus hijos en la escuelas públicas. Canto cree que cuando esos funcionarios vean lo mal preparados que quedan sus descendientes, entonces se ocuparán de la educación pública dominicana. Canto dictará una charla el lunes en la Fundación Global. Por cierto, Maginito, el brillante economista dominicano y profesor universitario hizo enfoques formidables acerca de cómo debió el gobierno enfrentar el denominado fraude económico que llevó a la ruina a tres bancos hace un par de añitos, forma muy distinta a la empleada por las pasadas autoridades y defendida por quienes justifican la actitud… Bien, Maginito, métase a la guardia y procure que lo asciendan rápidamente, a cabo o a sargento y así podrá entrenarse en la «escuelota» que se instalará en Calderas. ¡Quién sabe si usted sale premiado y dentro de diez o quince años está entre los nuevos golpistas «made in USA».

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