COCTELERA

COCTELERA

Mi querido Magino, ¿cómo está Vuestra Merced? Hoy lunes, para comenzar la semana laboral, vamos a recordar un viejito dulce de leche que aparecía por doquier en la vieja y pequeña capital de nuestros días de niños. Era llamado `suavecito` y la verdad era que el dulcito en cuestión era supersuave, envuelto en un papel transparente e incoloro. Para rendir tributo al desaparecido `suavecito` hay que estar suave durante todo el día. Ni modo….Suavemente, por tanto, hay que enculillarse con esa vaina de entregar más de mil millones de pesos en menos de dos años a los partidos políticos para que financien su vagabundería electoral, perdón su campaña electoral. Este país, en cierta forma, se cae a pedacitos. Los hospitales constituyen verdaderas ruinas, con instalaciones deterioradas, equipos a punto de cantar el manicero, ausencia de medicamentos y una indisciplina tope. De la educación, ni hablar. Y por encima de todas esas cosas, hay que soltar más de mil millones de pesos para los insaciables partidos políticos que llevarán sus candidatos a las elecciones parciales del 2006. Ese dinero, no del gobierno carajo sino del contribuyente, podría remediar algunos males. Pero ya los dirigentes políticos se frotan las manos a la espera del nuevo botín, que ellos consideran una chilata, si es por la forma que le marchan al sector privado pidiendo a troche y moche. Del saqueo al sector público mejor no le digo nada…..Como el de hoy es un día suavecito, mi querido Magino, tenemos que decirle que fue muy justo el homenaje que la Cámara de Diputados rindió a la Fundación Sur Futuro y a su presidenta, señora Melba de Grullón. La señora de Grullón realiza un loable trabajo en favor de la región Sur y jamás desmaya a la hora de acudir en auxilio de los más necesitados. Sur Futuro, independientemente de la labor metódica que desarrolla, acudió con presteza en ayuda de los damnificados de las recientes inundaciones en Jimaní y otras poblaciones. Congratulaciones para la señora de Grullón, esposa de nuestro viejo amigo, el doctor Alejandro E. Grullón E., presidente del Grupo Financiero Popular….Otra bien suavecita: ¡qué agradable experiencia viví en la noche del pasado martes, al asistir a la puesta en circulación de la obra «Medicina, Amor y Vida», del doctor Héctor E. Mateo Martínez! El libro recoge distintas experiencias vividas por el reputado cardiólogo y entrañable amigo durante sus 57 años de ejercicio profesional. La prosa es sumamente agradable, escrita para titirimundachi. La obra contiene un prólogo vibrante, escrito por el doctor Pablo Iñíguez, un eminente gastroenterólogo, retirado hace algunos años, y dedicado a escribir sobre diversos temas, muy especialmente aquellos relacionados con la pasión de su vida: la física cuántica….El doctor Castaños Guzmán hizo una brillante presentación del libro, destacando la personalidad y la vida del autor y lo hizo en forma tal que muestra el gran cariño que siente por un médico que, como Mateo Martínez no solo honra a su profesión sino que constituye un timbre de orgullo para la nación. Mateo Martínez, al hacer uso de la palabra, mostró su alma grande y generosa, regaló esa paz que siempre transmite a sus pacientes y a sus amigos. Primero dió gracias a Dios y luego a la bella familia que le acompaña. Dos pilares por cuyo descuido, en gran medida, estamos como estamos….El doctor Iñíguez, en su prólogo, afirma que «es obvio que el sentimiento sin intelecto es lastimoso. El intelecto sin sentimiento es monstruoso. Y, sin la jerarquización de los valores espirituales, no puede haber humanización. Lamentablemente, cerca del 90 por ciento de los portadores de nuestro genoma carecen de esa asociación armónica y por tanto, no pueden continuar la evolución ascendente hacia los ideales de la humanización en post de un Homo sapientísmo». ¡Qué dichosos somos, de contar en el 10 por ciento restante, con un hombre del calibre de Héctor E. Mateo Martínez, un hombre que posee sentimientos con un gran intelecto y un intelecto con sentimientos en todo momento y en toda ocasión!…..Maginito, brillante el trigésimoctavo ceremonial del Pabellón de la Fama del Deporte Dominicano, ayer, en la Casa de San Pablo. Honra a los nuevos exaltados. Y un reconocimiento del Coctelero para el inmortal en tenis, Manolín Morales, quien cada año, desde Barcelona, se traslada a Santo Domingo para asistir a la fiesta deportiva. ¡Qué distinto a otros inmortales que sí van a Norteamérica pero por aquí, nananina para los suyos! ¡Y al que le sirva el traje, pues que se lo ponga!

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