Coctelera

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El doctor Washington De Peña, mi querido viejo Magino, fue un gran amigo y un gran colaborador de este diario. Durante años, publicó una columna en las páginas de opinión de este periódico. Aunque político a tiempo completo, su columna, mayormente, versó sobre temas históricos. Cantaba, continuamente, las virtudes de los libertadores Juan Pablo Duarte, Matías Ramón Mella y Francisco del Rosario Sánchez. Como político, comenzó a brillar muy joven. En 1962 era secretario general del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), después de haber participado en muchas jornadas contra la dictadura de Rafael L. Trujillo. De temperamento indomable, con un gran criterio de lo que valía la independencia, Washington siempre fue contestatario. Jamás fue dócil ni incondicional. Cuando el PRD llegó al gobierno se le designó «embajador viajero», creo que para Medio o Lejano Oriente. Al ser derrocado Bosch, fue enviado al exilio. Después volvió al PRD hasta que pasó a las filas reformistas. Fue diputado y secretario del Trabajo en administraciones del doctor Joaquín Balaguer. Washington acaba de morir. Es una pérdida sensible para todos cuantos le queríamos de veras. Paz a sus restos y nuestro pésame a sus seres queridos…

El general médico(r) Abelardo Hidalgo Sigarán me habla del delicado estado de salud en que se encuentra el veterano locutor y comentarista Freddy Mondesí. Hidalgo Sigarán, viejo amigo de Freddy, lo llevó a la clínica en que presta servicios y de allí se le trasladó al hospital Central de las Fuerzas Armadas, donde le atienden lo mejor posible. Freddy sufre de diabetes. Padeció, hace unos años, un derrame cerebral y según me cuenta Abelardo, la neuropatía que padece se agrava en forma preocupante. Freddy carece de recursos económicos. Se informa que se sostiene con una pensión que le otorgó el presidente Hipólito Mejía. Vive prácticamente solo y el tratamiento médico a que tiene que someterse es muy costoso. Abelardo me expresó que era necesario que los amigos de Freddy acudieran en su auxilio, pues ese auxilio lo necesita de veras…

¿Cómo es la vaina esa? El Chato -Arístides Fernández Zucco-, administrador de la Refinería, advierte que la Secretaría de Industria perjudica a los consumidores, pues al fijar los precios semanales de los combustibles, toma como referencia los valores imperantes en el Golfo y Tejas, que son mucho más altos que los que rigen México y Venezuela, nuestros proveedores tradicionales. ¿Qué pasa ahí? Lo lindo de todo esto, es que no se podrá acusar al Chato de hacer eso para dañar al gobierno, pues del gobierno él también es funcionario. ¿Alguien podrá aclarar esta pendejada o este gobierno, como los anteriores, dará la callada por respuesta? Mientras tanto, los consumidores comiendo bolas y sin nadie que los defienda…

El Chato tiene tremenda lengua afilada. Asegura que parte del gas subsidiado para el consumo doméstico llega a las industrias. Carajo, ¿y no hay quien meta en cintura a los salteadores que hacen esa vagabundería? Sí, salteadores, eso es lo que son. El Chato, además, habla de que alrededor de seis millones de galones de gas propano, comprados por el país, son llevados a Haití. Se supone, caro Magino, que el trasvase no se hace por vía subterránea. Tampoco se lleva por vía aérea y se suelta en paracaídas sobre la vecina República. Mucho menos se envía por la vía marítima. Entonces, carajo, ¿son ciegos quienes cuidan la frontera? ¿O son engrasados para que digan `ni pa»allá voy a mirar»? ¿Algún alma inocente podrá apiadarse de este pobre país que tiene que soportar tantos ladronazos sueltos en calles y avenidas?…

El gremio médico seguirá la `lucha» por un aumento salarial para el «sector salud». Es muy insuficiente el aumento del 30 por ciento decretado al salario mínimo y de un 25 para quienes ganan hasta veinte mil. Quizás este asunto se resolvería de una manera satisfactoria con un simple decreto del Poder Ejecutivo: designando al jefe del gremio médico director de Presupuesto para que fije el salario a gusto del citado gremio y se acabó el pandero. Después se haría lo mismo con el mandamás del gremio de los maestros. ¿Qué un policía gana 3,200 pesos? ¿Y qué? ¿Acaso el policía necesita dinero? No joda, Magino, hoy es 24 de octubre y los dominicanos deberían mirar hacia atrás del  almanaque, como decía Tres Patines. Para que no choquen otra vez con una pared.

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