Coctelera

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Dios le dé a usted, mi querido Maginito, muy buenos días. Y debo decirle, para comenzar nuestro dialoguito de hoy, que reí ayer, a más no poder, cuando escuché a un funcionario azucarero estatal calificar de “antipatriótico” al sacerdote católico Christopher Hartley S. por sus valientes pronunciamientos relacionados con la situación que viven los braceros en los bateyes azucareros del Este del país. No es la primera vez que eso pasa. Ni tampoco es la primera vez que se denuncia el estado en que vegetan los braceros cañeros a nivel nacional. Ignoro si el agradable funcionario gubernamental que embistió al padre Hartley S. ha leído “Over”, de Ramón Marrero Aristy, escrita hace más años que el carajo. Si no lo ha hecho, debería hacerlo, para ver si luego tiene los timbales de calificar de antipatriótico al autor de ese notable trabajo…

La suerte de todo este asuntito es que el padre Hartley S. no es hombre de amilanarse por ataquitos pendejos. Además, ¿qué tiene de raro que se fustigue a los sacerdotes que buscan que los seres humanos tengan mejor vida en esta vida, no solo en la otra? Ese ha sido también el caso del padre Rogelio, hoy exiliado en Nagua por defender sus ideas, por no ponerse de rodillas, por denunciar los abusos y atropellos que se observan en esta sociedad tan injusta. Se puede preguntar a los responsables del exilio de Rogelio si la barriada de Cristo Rey, para solo citar un ejemplo, está hoy mejor o peor que cuando el polémico sacerdote hacía su trabajo allí…

Mire, Maginito, hoy también existe la caverna que no quiere sacerdotes denunciantes de las injusticias sociales. Solo que el estilo para fustigarlos ha cambiado un tanto. Ya no se puede acusar de comunistas a los sacerdotes católicos con ideas claras en cuanto a la necesidad de aplicar, correctamente, la doctrina social de la Iglesia. Ya no se puede perseguir a esos sacerdotes en la forma que se hizo durante los primeros años de la primera administración Balaguer. ¿No recuerda usted, viejito vagabundón, los casos de Sergio Figueredo y el padre Arango? Mire, viejito charlatán y abusador, digan lo que digan, es tremenda suerte, en este medio tan difícil y tan decadente, contar con hombres del valor y de la entereza del padre Hartley S., del padre Rogelio, del padre Regino y del padre Avelino, entre otros. Para ellos larga vida les dé Dios, al cual sirven…

Maginito, hay que tenerle el ojo echado a cuanto ocurre en la carretera que va de Luperón a Puerto Plata. Si el ingeniero Rafael Corominas Pepín advierte los peligros existentes en esa vía, con hundimientos, grietas y otras pendejaditas, ni modo, hágale caso a Fellito, quien ha pasado largos años diciéndonos los peligros a que nos exponemos ante los movimientos telúricos. Fellito sabe cuanto dice y jamás ha sido hombre de exageraciones, de manifestaciones histéricas. Por aquí ponemos candado después que nos roban. Por tanto, en esta ocasión, ojo con los deslizamientos de tierras, con las grietas, con los hundimientos, con todas las advertencias que hace la naturaleza al más depredador de los seres vivos, el hombre…

No sé, Maginito, cómo es la vaina esa del suministro de electricidad, pues hay gente, en las esferas oficiales, que se pone bravita cuando le hablan de que este país paga una de las tarifas más caras del planeta por el suministro de energía. Tenemos entendido que hay quienes creen, a nivel de gobierno, que cobrando esa tarifa elevada podrán sanearse las Jode, afectadas por crisis en los cobros, según ellos. Raro, muy rarito, que la baja en la prima del dólar jamás fue la aplicada a la hora de facturar energía y apagones. Y cuando venía alguna tímida protesta, pues los gobiernistas, los de ante y los de ahora, salían con la vaina esa de que el gobierno no puede seguir con los subsidios, lo que traducido al idioma energético quiere decir que a joder a los usuarios, los mismos contribuyentes que pagan los dichosos subsidios, pues éstos no caen del cielo. Y no me vengan con la vaina de la ley eléctrica, pues creo que esa pendejada dispone que se compensen a los usuarios por los apagones y la mamacita de quien diga que han compensado a alguien. Es decir, Magino, mucho bla, bla, bla y palos por doquier. Y ahora se habla de que en el 2005 no se venderán Jode Norte y Jode Sur, recompradas por el gobierno anterior a la hora de recoger los bates, en una operación a la cual las actuales autoridades le tienen más miedo que el Diablo a la cruz.

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