Buen día, don Magino. Tengo para decirle que siempre escucho la cosuanita esa de que cada cual hace con su dinero lo que le viene en ganas. No quiero llevarle a su docto entender que rebato ese juicio. Allá usted con su borona. Tal vez, como carezco de la misma, me gustan más las opiniones de aquellos que sustentan el criterio de que el dinero, también, tiene que jugar una función social, no importa que se encuentre depositado en cuentas particulares. He pensado mucho en esa vainita, mi querido viejo, al leer informaciones relacionadas con unas suntuosas bodas efectuadas durante el fin de semana pasado, en la vecina república de La Romana…

Respeto eso de que usted, con lo suyo, hace lo que quiere hacer. Pero me pregunto cuantos problemas se le hubieran resuelto a una pequeña comunidad con los millones de dólares gastados para unir en matrimonio a Luis Alfonso de Borbón Martínez-Bordiú y María Margarita de Vargas Santaella. Por cierto, Maginito, oí que el joven contrayente es identificado como aspirante al trono de Francia. Si don Luis Alfonso cree en el huevo de la lechuza, debería recordar cuanto le ocurrió a otro Luis, hace ya más años que el carajo, cuando una gran corte botarata no quiso entender que la gran masa jamás iba a contentarse con la miseria en que se le tenía tirada, con la permanente falta de pan para alimentarse. ¿Alguien le habrá contado a don Luis Alfonso lo que fue la revolución francesa? ¿O acaso cree él, en verdad, que la cuna de la democracia lo convertirá en símbolo de una nueva monarquía?. No está demás decirle, Maginito, que el muchachón es biznieto del generalísimo Francisco Franco Bahamonde, el antiguo dictador de España, pues es hijo de la nieta de éste, Carmen Martínez Bordiú. Padre de la criatura de treinta años es Alfonso de Borbón, duque de Cádiz. El joven es primo del rey Juan Carlos de Borbón. Ningún miembro de la familia real ibera estuvo presente en el vecino país romanense…

Hay quienes creen que el enlace costó unos treinta millones de dólares. Otros lo llevan a cincuenta. Las importaciones de flores montaron un millón de dólares y vaya usted a saber el dinero que costó movilizar a la vagancia real europea que visitó la vecina república. Se supone que solo en pasajes de componentes de coros y orquestas se invirtió un platal. En fin, la República de La Romana vio una fiesta de rompe y raja, vio no, supo de la fiesta, pues lógico es pensar que ésta fuera para los invitados. De lo que estamos seguros, Maginito, es que algún invitado criollo, al ver el lujo despampanante tiene que haber calculado cuanto se pudiera hacer a favor de la sociedad más necesitada, especialmente en los renglones salud y educación, si recursos que se destinan al boato se invirtieron con racionalidad. Es más, Maginito, esa sería hasta una inversión protectora, pues cuidaría hasta del gran capital. ¿O usted ya se olvidó lo que pasó en Cuba?…

«Si Juan Bosch viera el PLD de hoy, lo más probable es que renunciara, como hizo en el PRD, y formara un tercer partido». Farmacia Mella…

La secretaria de Educación informó que un estudio revela que maestros al servicio de la dependencia oficial laboran 2.8 horas diarias. Es decir, siempre de acuerdo al estudio usado por la funcionaria, los educadores –vamos a llamarlos así– laboran 14.0 horas semanales, lo cual es una gran conquista laboral, que ya quisieran para sí los precursores de la jornada mínima. Habrá que esperar, ahora, los torpedos justificativos de los gremios, los desmentidos y otras chucherías…

¿Que medicinas falsificadas provocan la muerte de menores? Carajo, Magino, ¡qué vagabundería dejará de mostrarse en este país que cada día se asemeja más a una jungla! Desde luego, no se extrañe de que eso sea así y que lo peor no haya pasado, pues cuando en la cúspide no hay castigo. ¡qué carajo se le puede exigir a la base!…

Hatuey quiere que los reeleccionistas de su partido, el PRD, se hagan una autocrítica. Quiere que pidan perdón al pueblo y a la memoria del fenecido líder José Francisco Peña Gómez. En el PRD, Maginito, se ha demostrado que cualquier cosa puede pasar, pero ¿no será mucho cuánto pide el radical dirigente que mostró gran coherencia en su posición contra la funesta reelección presidencial? No, por nada. And bye.