Coctelera

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Tenga usted muy buenos días, mi querido Magino. ¿Cómo está todo, todito? Engáñeme y dígame que muy bien. De todos modos, nadie le va a creer. Maginito, se comentaba anoche que cuando el mayor general José Miguel Soto Jiménez fue colocado en posición de retiro y relevado como secretario de Estado de las Fuerzas Armadas, al iniciarse el mandato de Leonel Fernández Reyna el pasado 16 de agosto, el alto oficial no gozaba ya de tanto favor norteamericano como muchos querían hacer creer. Se comentaba, asimismo, que unos cuantos días antes de la celebración de las elecciones del 16 de mayo último, vino al país un general estadounidense de que se yo cuantas estrellas y pidió entrevistarse con el entonces teniente general Soto Jiménez –el rango era transitorio por el cargo que desempeñaba–. El jefe militar dominicano no correspondió a la solicitud y encomendó la tarea a un general ayudante. Se afirma que un alto diplomático estadounidense comentó el asunto con el propio general Soto Jiménez, mostrando su extrañeza por la actitud asumida por el jefe militar quisqueyano. Soto Jiménez, según los comentaristas, dijo al diplomático que el general estadounidense, con seguridad, trataría de leerle «una cartilla» en relación con las elecciones presidenciales y que él, Soto Jiménez, conocía de sobra cuales eran sus obligaciones, señaladas por la Constitución, en cuanto a la sujeción al poder civil y el respeto a la voluntad popular expresada en las urnas se refiere. Lo cierto del caso fue, mi querido Magino, que el general Soto Jiménez mantuvo una posición correcta durante el proceso electoral y supo navegar en unas aguas un tanto turbulentas sin complicarse la vida en la recta final…..Creo don Magino, que la salida del país y regreso al mismo del presidente de la República es algo de interés para toda la nación. Por eso, cumple un deber los medios de comunicación social que tratan de dar amplia cobertura a esos hechos. Lo que no acabaremos de entender es que se rodee de tanto misterio esa salida y el posterior regreso, hasta el punto de ordenar que sea el propio gobierno el que disponga la cobertura del mismo. Hasta donde sabemos, permitir a los medios de comunicación cumplir con sus obligaciones no pone en peligro la seguridad presidencial. Por tanto, el misterio impuesto a la salida del presidente Leonel Fernández y su subsiguiente retorno al lar nativo no deja de constituir, dicho sea con todo respeto, más que una solemne ridiculez….Dice Tony Raful que al PRD no lo invitaron a la reunión de `fuerzas vivas` –y fuerzas de vivos añadimos por aquí– efectuada en la Madre y Maestra para tratar el tema de la violencia. Y que si lo invitaron la invitación no llegó a su destino. Mire, Maginito, si eso es cierto, y que nos perdonen los amos del diálogo nacional, el paso constituye una tremenda metida de pata, pues no puede ignorarse una fuerza política como el PRI por más pela de chucho que le dieran el pasado 16 de mayo….¿ Que le deben 500 millones de pesos –las empresas privadas– al Instituto Dominicano de Seguros Sociales (IDSS)? ¿Y cómo es esa vaina, Maginito? ¿Acaso no le descuentan sus cuotas a los empleados? ¿Y como van a atenderlos en el IDSS, a esos empleados, si los patronos son unos buenos cuberos? No joda nadie, Magino, ¿para qué carajo sirven las leyes en este país?….Candela es lo que hay que darle a los vagabundos esos que prostituyen la redes de internet, colocando páginas de mujeres y niñas desnudas. No es posible que eso suceda y que los responsables de esas vagabunderías también gocen de impunidad. De eso es que hay que preocuparse, en vez de estar con la pendejada esa de que si los restos que están aquí son los auténticos o lo son los que reposan en Sevilla….El padre Rogelio tronó. Sí señor, hay problemas muy serios para atender a los damnificados del huracán Jeanne por Nagua, Higüey y El Seybo. No faltarán quienes comiencen a fuñirle la pista al consagrado y valiente sacerdote católico. A Rogelio ya lo sacaron de Cristo Rey por decir la verdad y buscar soluciones a muy serias dificultades barriales. No lo defendieron como debieron hacerlo y los cobardes que escondieron las cabezas hoy ven como aumenta la delincuencia en Cristo Rey y como la juventud ha perdido a un orientador. A lo mejor ahora piden que lo saquen de Nagua por decir la verdad. Adelante, Rogelio, que sacerdotes como tú hacen falta hasta en el mismo Vaticano.

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