Coctelera

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Buenas, Maginito. Hemos de comenzar –la pólvora ha sido descubierta– con el esperado pero por eso no menos impresionante triunfo de nuestro Félix Sánchez en Atenas, al imponerse en los 400 metros con vallas. Sánchez, prácticamente, concentró la atención de los dominicanos alrededor de las 3:30 de la tarde de ayer y él espigado atleta, campeón mundial, no defraudó a los suyos al lograr la primera medalla de oro conquistada por un criollito en la historia de los juegos olímpicos. Félix Sánchez, Maginito, es un caso interesantísimo para los nacionales. Es un hombre formado en playas extranjeras que jamás ha renegado de su origen.

Ni la fama ni la fortuna le han envanecido. Vino para los Panamericanos del año pasado. Ganó oro y no se le apretó el pecho para participar en el relevo de 4 x 400, sin tomar en cuenta que se exponía a una lesión o a cosa por el estilo. Luce la enseña tricolor en las distintas pruebas mundiales en que participa y siempre dijo que constituía un motivo de orgullo su inclusión en las olimpíadas atenienses.

El triunfo de Félix Sánchez no es un regalo caído del cielo. Es el producto de una disciplina férrea, de un entrenamiento metódico, para aprovechar al máximo las excelentes condiciones físicas con las que le ha dotado la naturaleza. Es un trabajador incansable y un hombre que no desmaya hasta lograr las metas propuestas bajo una acertada conducción. Hoy, Maginito, los dominicanos celebran el triunfo de Félix Sánchez. Lo aplauden. Lo vitorean. Lo miman. Es más, quieren hasta capitalizar su formación. Hay sin embargo, algo que todos deberíamos hacer: extrapolar a Félix Sánchez para enfrentar las reales necesidades de este su país, disciplinarnos como él, trabajar en forma incansable para la recuperación de esta a veces abatida nación; fijarnos metas definidas dirigidas al bienestar colectivo y dejar de estar lamentándonos y aspirando a convertirnos en campeones  de limosneros internacionales. Ojalá la hombría de bien y los timbales a todas pruebas que muestra Félix Sánchez nos contagien y ganemos la carrera de obstáculos en que estamos inmersos…

¿Cómo es la vaina esa del Ferrari importado con la exoneración otorgada a un legislador? El legislador ahora mismo acaba de echarle una pastilla de jabón al sancocho, cuando dice que el no vendió la exoneración citada. ¿Quién carajo trajo el Ferrari en cuestión? ¿Por qué el misterio con ese nombre? ¿No lo conocen en Aduanas o en Finanzas? ¿Que vaina se mueve ahí? Deber de las autoridades es aclarar esto con pelos y señales, sin omitir detalles, pues cualquiera creería que es la primera vez que se trae un carro de lujo sin pagar impuestos. Ahora bien, lo que sí se prueba, una vez más, es la inmortalidad en la concesión de las jodidas exoneraciones esas otorgadas en forma discriminatoria. Por eso, Maginito, reiteramos que la Constitución debe ser reformada, para que se incluya en su texto un articulado que otorgue la exoneración de un vehículo de motor a todo dominicano al llegar a la mayoría de edad…

¿Que habrá telenovelas, como las que protagonizó el doctor Joaquín Balaguer cuando volvió al mando en 1986? No joda la pista, Magino, que aquí el horno no está para galletitas. No le hagan perder su tiempo al presidente hablando pendejadas. Quien sea pasible de ser sometido a la justicia, pues que se somete, observando el debido proceso, pero sin show alguno de esos que gustan a ciertos payasos que se refocilan en fastidiar la pista y después hacen mutis con las árganas repletas de hediondos. ¿Que la pasada administración pública dejó lo que se califica como desastre? Pues arreglen el supuesto desastre, que para eso fueron electos por la población el pasado 16 de mayo, no para que se perdiera el tiempo con dimes y diretes, con la vaina esa de que María lavaba cuando se le acabó el jabón…

Dígame una cosa, Maginito, si cobran el servicio de la recogida de basura a través de la CAASD, ¿para qué carajos se necesita, entonces, la contratación de la famosa AAA? ¿Hay qué pagarle a guanajos? ¿Ya no sabemos ni cobrar? Ah, y no jodan tanto y recojan los desperdicios, pues está muy bien eso de que arreglen la vía de acceso a Duquesa, pero hay otras cosas que también tienen convertida a esta ciudad en un asco.

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