Hoy 
Buen día, don Maginito. Comience bien su semana laboral. Baje el lomo y no se preocupe por los precios, que como quiera tendrá que llorar. Mire, viejito charlatán, )quiere usted nuevas pruebas de que nos jodimos? Aquí les van…
Un economista afirma que en el Banco Central no ha habido política monetaria. El muchacho tiene más de veinte años en la institución emisora de hediondos y ahora se dio cuenta de esa vaina. (Prodigio! Aquí le suelto otra: Miembros de la Junta Monetaria libran una campaña a favor de la dolarización. Es decir, de hecho conspiran con la moneda que están obligados a defender por ley, pues eso lo señalan el código viejo y el nuevo, este último que tan caro costó a banqueros y a empresarios cabildeadores. Y coja la tercera: economistas viven hablando de que todo aquí se ha dolarizado. Pero nunca se refieren a los salarios. Esos hay que dejarlos hediondizados. Esos economistas, a lo mejor, jamás han entrado a un supermercado o a una farmacia. Quizás no sepan lo que es fajarse a comprar anti hipertensivos y otros medicamentos que cada día suben más de precio….Me dicen, Maginito, que las discusiones del proyecto de ley de deportes seguirán esta semana en vistas públicas. Bueno eso. Por cierto, oí por televisión algo que me llamó mucho la atención y es eso de que el proyecto de ley de deportes establece que todas las instalaciones serán administradas por el Comité Olímpico Dominicano (COD). Entendía que esas instalaciones, como propiedad del Estado, seguirían en manos de Sedefir, como señala la actual ley. Se hace cuesta arriba entender que el COD disponga de fondos para mantener las instalaciones, pues se supone que eso haría sí tiene que administrarlas…
Hace unos días leí una información que señala el retorno de los megaproyectos con la instalación del gobierno de Leonel Fernández. Se hablaba hasta de la construcción de un metro por una firma brasileña. Dicho sea con todo respeto, mejor sería reiniciar la construcción de mini-proyectos, similares a los que desarrollaba Euclides Sánchez desde la Coordinadora, al iniciarse el gobierno de Fernández de 1996. Los pueblos agradecen más esas pequeñas obras –calles, aceras, contenes, tomas de agua, eliminación de charcos de aguas contaminadas– que instalaciones de relumbrón. )Estamos?…
Euclides Gutiérrez afirma que el Concordato entre el gobierno dominicano y la Santa Sede, firmado en 1954, fue un «absurdo» de Trujillo. (A este morenito si le gusta jugar enredado en la pata de los caballos!…
El colega Leo Corporán es un cronista deportiva muy bien enterado. Y si él saca a relucir las existencia de problemas de mantenimiento en el centro acuático del Centro Olímpico Juan Pablo Duarte, le creo a pie juntillas. Carajo, de agosto del pasado año a la fecha van unos meses viejos. (Sin duda que en este país hay una cultura del no mantenimiento de las obras del Estado! (A hacerlas, que eso deja, pero nananina de mantenimiento! (Cuánta falta hace un doctor tolete!…
Mire, Magino, no sé por cuáles motivos hay tanta alarma con la «entendida» que se dio Quique Antún con la gente del PLD el mismo día de las elecciones. Desde tiempo ha se hablaba de que la mayoría de los dirigentes del reformismo estaban en lo suyo. La cúpula llamada «la Casa», con Bello Andino a la cabeza siempre fue identificada como entendida por abajo con el presidente Mejía. A Carlos Morales Troncoso y Jacinto Peynado se les señalaba como listos para aliarse con Leonel y el PLD. Todo pasó así. )Qué raro tiene, entonces, lo de Quique, un pitcher que tanto hablaba con los dirigentes de la Liga Americana como con los de la Nacional?…
Dígame una cosa, Maginito, )y qué es de la vida del rockash que nos tiraron por Manzanillo y por Samaná? (Qué país del carajo es este! Todo se olvida tan rapidito…
El rector de la UASD, doctor Porfirio García, la chocó contra los 411, de línea: sí, carajo, hay que marcharle a la cuestión salarial, es imprescindible el alza de esos salarios que se pagan en esta situación. Lo mismo, al parecer, que la posición de legisladores que gana campo: consignar los aumentos de sueldos en la propia reforma fiscal. Eso, aunque CONEP y otras yerbas piten como el Coamo.
