Coctelera huésped

Coctelera huésped

POR MARIO ALVAREZ SOTO
¡Buenas mi querido Magino!  Gracias por elogiarme y pedirme que me ejercite hasta su regreso la próxima semana, un par de entregas más. Trataré de hacerlo y no meterme “pa’ lo hondo”…  Máximo Gómez,  quien naciera en la República Dominicana, en Baní, provincia de Peravia y que desde su adolescencia, se unió en las batallas contra las invasiones haitianas de Soulouque, fue “desarmado recientemente”, en un hecho vandálico e insólito, y es que le fue robada la espada que empuñó con éxito en su lucha contra fuerzas invasoras enemigas…

Tuvo que pasar  un año para que se tomara alguna acción en tal sentido, el secretario de las Fuerzas Armadas, teniente general del Ejército Nacional, el amigo Ramón Antonio Aquino García, dispuso reponer la espada del monumento al Generalísimo Máximo Gómez. Deberíamos considerar mudar la referida obra, ya que paso casi todos los días por el frente de la misma, pero ésta no se ve, ha sido opacada por el puente peatonal de la intersección. ¿De qué material era la espada? ¿Fue robada para fundirla como parte del “negocio” del bronce? Al Nuevo jefe de la Policía Nacional, general Rafael Guillermo Guzmán Fermín, que empuñe su espada para que pueda blandirla frente a estos delincuentes, que han llegado tan lejos como a profanar tumbas en los cementerios, robar hierros y letras de bronce. ¡cuánta indolencia!…  El nadador Marcos Díaz,  tan dominicano como Gómez, acaba de realizar otra hazaña; completó dos vueltas a la isla de Manhattan estableciendo un nuevo récord, nadó durante 22 horas y 14 minutos en las contaminadas aguas del río Hudson. ¡Nada fácil! Pero, más importante que sus marcas es la forma como este joven dominicano enaltece los valores patrios y entre ellos promueve el respeto y exaltación de todos sus compatriotas como gente de trabajo y de bien, es un gran embajador de la República Dominicana ante el mundo y como tal debemos reconocerlo y apoyarlo. ¡Mire viejuco! Usted no lo va a creer, pero en el país hay cronistas deportivos que han dicho públicamente que este Titán, este Coloso no es un verdadero atleta, que no le ha ganado a nadie, ¡qué cachaza! A ellos le vamos a recordar la definición de deporte: “Ejercicio físico, por lo general al aire libre o por equipos, para vencer a un adversario en determinado juego, o para superar marcas establecidas”. Respetemos a quienes ponen en alto la dominicanidad, ¡no seamos tan mezquinos!… Perú   está  atravesando por una situación difícil, luego de un terremoto de 7,9 grados en la escala de Richter y réplicas de hasta 5.5. Van 500 muertos y mil heridos. Los dominicanos tenemos la oportunidad de expresar solidaridad al pueblo peruano a través de la embajada de esa nación en Santo Domingo y mandar nuestra ayudita; ellos han abierto dos cuentas de solidaridad en el Banco Interbank, una en soles y otra en dólares, para recibir donaciones. Recordemos que estamos en la ruta de los huracanes, solo para refrescarles la memoria: San Zenón, David, Inés y Georges Además, también estamos en zona sísmica, hoy nos toca a nosotros ayudar, para que podamos recibir cuando lo necesitemos. El no saber dar es un estado de pobreza…  Debemos ir pensando  también en ayudar a nuestros hermanos jamaiquinos, vientos de 230 kilómetros por hora de ‘Dean’, así como fuertes lluvias no es una pendejadita. ¡Imprudentes o afrentosos! Debe ser el calificativo que reciban la multitud de hombres, mujeres y niños que desafiaron los peligros de los fuertes oleajes del mar Caribe que pasaron de 15 piés, lanzando rocas y desperdicios hacia la autopista Las Américas, lo mismo ocurrió en Baní y otros lugares debido al paso del huracán Dean. A los imprudentes no les importó las disposiciones de cierre emitidas por el Ayuntamiento del Distrito Nacional, el Centro de Emergencias, la Defensa Civil y el Cuerpo de Bomberos, entre otras. Reitero, en el país hace falta más energía para hacer cumplir las leyes, disposiciones, ordenanzas, medidas preventivas, etcétera. Somos civilistas, respetamos los derechos humanos, pero nunca está demás un poquito de fuerza, si no se quiere entender o si se quiere violar la ley “olímpicamente”, entonces…Palo, palo, palo,  palo bonito palo eh, eh, eh, eh, palo bonito, palo eh…  Estamos solo  cantando, no nos vayan a mal interpretar. Y como decía José Candelario Trespatines … ¡A la rejaaaa!

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