Coctelera Huésped

POR MARIO ALVAREZ SOTO
Mi querido y caro magino,  pedí la anuencia a la dirección de este medio para escribirle este “coctelito” al adorado Coctelero y sus encarecidos “fans”. Y es que luego de tanto batallar con la salud del personaje en cuestión, hoy me siento de muy buen ánimo, esto debido a la gran noticia de que el mismo caminó hasta el automóvil que le esperaba en el parqueo del Baptist Hospital de Miami donde estaba recluído, luego de ser estabilizado y magníficamente tratado por un equipo de médicos en la Plaza de la Salud antes del viaje conformado por el doctor Castaños, Mejía, Cambiaso, entre otros.

A ellos, a su cardiólogo Víctor Atallah, al nefrólogo  Guillermo Alvarez,  quien actuó más en calidad de familia que de doctor, nuestro eterno agradecimiento.  A Miguel Cocco,  director general de Aduanas, quien hizo una pausa en su lucha contra los evasores de impuestos y contrabandistas, para tendernos su mano, su aliento y sus sabios consejos, en nombre de la familia mil gracias, y le exhortamos a que siga adelante aunque la justicia actúe en forma inoperante y a veces de manera cómplice en la mayoría de los casos detectados por Aduanas. Al jefe del Coctelero, al empresario y al gran ser humano José Luis Corripio E. (Don Pepín), gracias del alma. A Doña Matilde, quien se lo ha tirado arriba durante más de medio siglo, no tenemos palabras. A sus dos «médicos de cabecera» Conrado Peguero y Ramón H. Mejía, lo propio. ¡A Dios, gracias!… ¡Mire Magino!  no vaya usted a pensar que pretendemos calzarnos sus zapatos cuando desaparezca físicamente de entre nosotros. Para empezar, nadie sabe a quién le tocará primero y mucho menos después de que usted superara eventos de salud que según los propios médicos lo definen incompatibles con la vida. Debo hacerme un mea culpa por haberle acusado de “blandengue”; además sus zapatos le quedan grande a cualquiera, más aún a un iletrado como yo; entonces, ¡ni pensarlo! Esto es solo un ejercicio, porque durante su recuperación se ha perdido de interesantes manifestaciones del folklore criollo…  Por ejemplo,  la protesta del presidente de la Federación de Estudiantes Dominicanos (FED), John García, para que se extienda el horario para las bebidas y la diversión, en vez de clamar por más aulas, libros para las bibliotecas, o una rebaja en los precios o tarifa especial en los pasajes de los estudiantes. ¡Mejor, mejora… Mejoral!… El problema  de las granceras sigue igualito que como usted lo dejó, devastando los cauces de los ríos.  Solo hay un ingrediente nuevo: el secretario de Medio Ambiente, Max Puig, anunció  que en 90 días deben cerrar sus operaciones. Pero hasta ahora ninguno de los gobiernos que hemos tenido ha enfrentado verdaderamente este problema. Balaguer y Guzmán también “tomaron acciones”, ¿y es fácil? El anuncio parece ser a propósito de los 100 años de Peter Pan, personaje creado por el dramaturgo escocés James Mathew Barrie y la “Tierra del nunca Jamás”. Shhhh, ¡Tele Antillas!… Como siempre,  cuando llega esta fecha, se habla más de los cambios en el área gubernamental que del aniversario de la propia Restauración de la República; hay quienes ni siquiera saben que es el aniversario 144 y, lo peor, tampoco les importa… Ya hubo  varios cambios,  ¡y qué! ¿bajó el petróleo?… Hay que  tener cuidado con las protestas en las zonas turísticas del país; 200 turistas que viajaban en autobuses confrontaron dificultades en la costa norte, debido a las protestas violentas que exigían la reparación de las vías de Aguas de las Palmas ¡Cuidado! Esto no es una “pendejuana” para el turismo, nos viven asechando para acabarnos.  Finalmente, y así me despido, la Comisión Nacional de Emergencias alertó a la población ante el paso del Huracán Dean por el Caribe, que hasta ahora no ofrece peligro para nuestro país. ¡Menos mal!, el fenómeno que sí nos impacta a diario, y no es atmosférico, es el la forma en que manejamos los dominicanos, sin respetar las leyes de tránsito, en actitud de agresión permanente, irrespetando los derechos de los demás. Recientemente se implementó la medida de poner cinco policías de Amet y la Policía Auxiliar en las subidas de los elevados, para que no se viole el orden de subida de los vehículos de parte de los “más inteligentes”. Esta medida, al margen de evaluar si es buena o mala, nos da vergüenza, pues habla muy mal de nuestra educación…  Como diría  Celia Cruz, ¡Que le den candela!