Código de exterminio

Código de exterminio

Da horror pensar que en este país cualquier ciudadano está expuesto a ser muerto y desacreditado por la autoridad policial, y que ante un hecho de esa naturaleza el Ministerio Público no diga “ni esta boca es mía”. La muerte  del raso policial Sucre de Oleo Montero, de 25 años, y de su acompañante Alexander Jiménez Matos, de 21, a manos de una patrulla de la Policía que les disparó en La Caleta, Boca Chica, deja claro que hay que modificar ciertos  códigos de libertad de acción frecuentes entre los policías.

Los miembros de la patrulla, consumada la barbarie, trataron de presentar a sus víctimas como delincuentes en fuga. La protesta de la comunidad de La Caleta hizo que la jefatura policial arrestara a la patrulla homicida para investigar las reales circunstancias de este suceso. Fue evidente que se procedió bajo el código de exterminio de que se valen muchos policías para tratar de justificar las muertes de civiles en  desacreditados “intercambios de disparos”.

A este horror hay que sumar otro. El Ministerio Público, que debería tener voz cantante en la investigación de sucesos como estos, no ha dicho ni “esta boca es mía”. Esa ha sido una línea de conducta seguida ante los abundantes “intercambios de disparos” en que policías aniquilan a civiles. Hay que determinar y sancionar responsabilidades en el caso de La Caleta.

La canasta familiar

Los componentes de la canasta familiar siguen aumentando de precio. Las alzas más recientes han afectado varios tipos de leche y las grasas comestibles.

Ya antes habían sido aumentados el bacalao y el arenque, los huevos, habichuelas y se han anunciado alzas para otros artículos.

Dirigentes comerciales han reaccionado con preocupación por la persistencia de la tendencia alcista en productos de gran demanda.

La proporción que ha aumentado el costo de la canasta familiar ya supera con mucho el porcentaje aumentado al salario mínimo. La carrera entre el alza del poder adquisitivo y el creciente costo de la canasta familiar sigue siendo desventajosa para el primero. Eso explica el éxito relativo de huelgas como la más reciente. Buena tarea para los planificadores económicos.

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