La modificación del código laboral, por la cual propugna un sector del empresariado, tiene que ser el resultado de una concertación en la que tengan cabida los pareceres del Gobierno, el sector empleador y los trabajadores. Una modificación que solo satisfaga a una parte quebraría el equilibrio que existe en la actualidad. No se puede pretender que los cambios solo tomen en cuenta las apetencias de los asalariados pero tampoco sería aconsejable un retroceso, en materia de derecho laboral.

Se atribuye al sector empresarial la aspiración de una modificación que, de ser acogida, troncharía reivindicaciones importantes conquistadas por los trabajadores. Y los asalariados aspiran a una modificación de la ley laboral que mejore las condiciones actuales. Se necesita alcanzar un punto de equilibrio en esta materia, que ni sacrifique reivindicaciones legítimas, ni perjudique la estabilidad de las empresas.

El país necesita actualizar su legislación laboral para hacerla más adecuada a los tiempos, más competitiva para los inversionistas y los asalariados. Para esto no solo deben tomarse en cuenta los compromisos locales, sino también los internacionales en materia de derecho laboral y tratados comerciales. Gobierno, empleadores y trabajadores tienen que lograr una conciliación de intereses que resulte posible, práctica y conveniente para todos.

MERCADO DE POLLOS Y HUEVOS

Como resultado del diálogo impulsado por la turbulencia generada por la sentencia del Tribunal Constitucional, la República Dominicana y Haití acordaron un protocolo fitosanitario gracias al cual serán reanudadas de manera formal las exportaciones dominicanas de pollos y huevos hacia el vecino país. La expectativa de los productores locales es que las ventas lleguen a duplicarse, gracias a estos acuerdos.

La pregunta obligada es qué pasará con el mercado interno cuando el esperado boom de las exportaciones hacia Haití presione los inventarios de los productores. Hemos escuchado información relacionada con las bondades del acuerdo, pero nadie ha dicho nada de previsiones para evitar que la oferta de huevos y pollos se deprima en el mercado interno, eventualmente perjudicando a los consumidores en cantidad y calidad. Recordemos que hay también compromisos con el mercado interno.