El Consejo Dominicano de Unidad Evangélica (CODUE), dijo ayer que hay que enfrentar a los “dioses” que han sido creados con la ambición de poder, la corrupción, la impugnidad y el irrespecto,  detener la violación de los derechos humanos y defender el valor de la familia.

Expresó, además, que el tráfico y consumo de drogas, por los grandes recursos que involucra, es una nueva forma de poder que está alcanzando un enorme impacto en los estamentos encargados de preservar el orden colectivo y las normas de sana convivencia.

En su “Carta Pastoral 2010”, el CODUE agrega que “esto sucede porque el ejercicio del poder público se ha corrompido, atrayendo a su círculo la complicidad con el narcotráfico y otras prácticas perversas que no pueden ser toleradas a estos niveles institucionales”.

“Sabemos que el narcotráfico no se genera como un fenómeno aislado, sino que es una práctica que se vale de vínculos con todos los sectores poderosos de la sociedad y que el avance alcanzado en el país solo es posible si cuenta con el estímulo y la complicidad de quienes deberían jugar el papel de combatirlo y frenarlo”, agrega.

Considera el CODUE que la República Dominicana recibe el 2010 en una de las encrucijadas más decisivas en toda su historia.

Sostiene que “si queremos preservar nuestra nación, los  políticos y todos los sectores de forma integrada tienen que tomar conciencia de que nuestro país requiere de una profunda reconstrucción moral y espiritual. Nuestra nación tiene que hacer un alto”.