El Consejo Nacional de Unidad Evangélica (CODUE) celebró ayer la jornada nacional de oración y ayuno a favor del país, para que la nación experimente un despertar espiritual y pueda hacer frente a la situación de violencia e inseguridad ciudadana que la agobian.
Durante seis horas, la feligresía de esa confraternidad se mantuvo, entre cantos y alabanzas, orando por una agenda de 20 puntos que se inició con el clamor del establecimiento del reino de Dios en el corazón de cada dominicano, y culminó por la unidad de la familia para ser parte de la solución de los problemas y avanzar hacia un futuro lleno de esperanza.
La jornada estuvo presidida por el reverendo Fidel Lorenzo Merán, presidente del CODUE, quien tuvo a su cargo el mensaje central.
La actividad se llevó a cabo en el Coliseo Carlos Teo Cruz y los asistentes unidos oraron por la protección de los niños y adolescentes.
Pedimos que el altísimo los libere de los actos delictivos, de consumo de drogas, vandalismo, pandillas y que sean formados por medio de modelos de escuela fundamentada en valores y principios morales.
El reverendo Lorenzo Merán pidió oración por el establecimiento en el país de una cultura de paz, amor y comprensión entre los dominicanos para que juntos trabajemos en la solución de los problemas.
El Codue aboga por un sistema educativo que alcance estándares de desarrollo adecuados a los tiempos actuales, para que la condición moral del pueblo sea elevada y restaurada.
Los evangélicos también oraron porque en el país el sistema empresarial prospere e invierta en el desarrollo de la economía y para que el sistema judicial en manos de los representantes juzguen con un justo juicio.
Además los presentes elevaron sus peticiones para que el campo dominicano sea próspero y que haya abundancia de frutos, para que todo el que actué contrario a la voluntad de Dios sea detenido.
Otros temas de oración fueron que los líderes políticos y sindicales coloquen a la nación por encima de sus intereses personales y para que las elecciones se desarrollen con respeto.