Cogiéndolo suave

Cogiéndolo suave

Mario Emilio Pérez

Porque mi existencia alcanza la edad biológica de ochenta y ocho años durante los últimos tres tomé la decisión de no continuar  escribiendo artículos de contenido humorístico en medios de comunicación escrito.

Titulados Cogiéndolo Suave escribí estos relatos, algunos de ellos diariamente, primero en el desaparecido vespertino Última Hora, y luego en el matutino El Caribe.

Pero fue en la desaparecida revista semanal ¡AHORA! en los inicios del año 1970 y con el título de Estampas Dominicanas que comencé a escribir sobre personajes y situaciones con carga de humor.

 Ante la popularidad de esos escritos, decidí recogerlos en volúmenes, alcanzando la cantidad de seis, y de los Cogiéndolo Suave llevo cuatro.

 Con títulos diversos he publicado once tomos de relatos, y cinco novelas,  la mayoría con más de una edición.

Brincando por la Vida, y Más brincos por la Vida, fueron reproducidas en Sistema Braille y en cinta magnetofónica por la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos.

Después de esta larga y  quizás soporífera descripción de mi labor de escritor, y a pesar de mi modestia, no niego el retozo emocional que me produce esa carga de egocilina.

Por una especie de nostalgia he decidido que cuando cruce por mi chola un tema que crea que no figura en mis cerca de mil relatos guardados en los cajones de gaveteros y closets, lo escribiré y publicaré.

 Lo haré, arriesgándome a descubrir que he perdido la destreza de antaño por mi condición de cuasi nonagenario.

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