Coherenciar no, coherente sí

Coherenciar no, coherente sí

La Real Academia Española de la Lengua no reconoce la existencia  del “verbo” coherenciar usado frecuentemente por el ex candidato presidencial ingeniero Miguel Vargas durante su última comparecencia en la emisora  Z-101.

Sin embargo, el uso de una palabra inexistente no es motivo para descalificar políticamente a un técnico como él, que nunca ha presumido de ser precisamente cultivador de la expresión oral o escrita ni de tener  ínfulas intelectuales. Vargas se ha proyectado más bien como un gerente eficaz y hombre de acción.

Amerita gran atención el anuncio hecho por el ex candidato en el sentido de que el obstáculo que presenta el estatuto del PRD para alcanzar sus propósitos sería derogado mediante el Proyecto de Ley de Partidos y Agrupaciones Políticas que cursa en el Congreso.

La afirmación del ingeniero Vargas  tiene un contenido jurídico que es necesario analizar oportunamente.

Nada asegura que esa eventual ley facilite los propósitos del aspirante presidencial.

Otro elemento del anuncio hecho por el ex candidato contiene una carga política importante que no se puede perder de vista.

Observadores se han preguntado con qué fuerza cuenta el aspirante presidencial  para, mediante  ley, derogar una norma estatutaria, de carácter interno, considerada como una conquista por los perredeístas.

Es sabido que las fuerzas legislativas están en manos del partido de gobierno y no en las del partido de Vargas. Lo de coherenciar no importa tanto, pero para los objetivos que persigue Vargas Maldonado es indispensable  ser coherente.

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