Cohesión familiar en crisis

Cohesión familiar en crisis

Algunos sucesos que parecen dispersos, inconexos entre sí, en realidad tienen un fuerte vínculo con causas que les dieron origen, o resultan ser efectos de esas causas. Desde esta premisa es posible encontrar un fuerte vínculo entre sucesos como las muertes de ocho jovencitos y las heridas de un número igual por un  accidente provocado por la irresponsabilidad de un conductor embriagado, y algo que escandaliza, con muchísima razón,  al ministro de Salud Pública: la abundancia de casos de embarazos de adolescentes.

La crisis de cohesión familiar parece ser el enlace entre estos sucesos físicamente dispersos. Los jovencitos planificaron por su cuenta, obviando la tutela de sus padres,  una gira que degeneró en tragedia. Y el embarazo de jovencitas de corta edad, de alguna manera, es fruto de una especie de autonomía precoz que se alimenta del ausentismo no siempre voluntario de los padres, pero también de la irresponsabilidad paterna.

Cada vez más individualizados, los miembros de las familias suelen tomar decisiones propias, no consultadas con sus padres o conocidas por éstos, o establecen relaciones con terceros que pueden resultar tan dañinas como el embarazo precoz o la iniciación en las drogas. Los planificadores tienen que trabajar más a fondo para tratar de moderar estas causas y efectos de la crisis de cohesión familiar.

Trabajo por una causa común

Mantener limpio el hospital Luis Eduardo Aybar y su entorno es una tarea difícil en un país con servicios públicos que dejan mucho que desear. La demanda de servicio hace de este hospital uno de los más concurridos y por esa causa en el entorno se desarrolla una vigorosa actividad comercial, formal e informal. Una consecuencia de toda esta concentración humana es la generación constante de  desperdicios sólidos que hay que recoger.

Esa circunstancia ha motivado que más  de 300 organizaciones comunitarias de los barrios que circundan el hospital Luis Eduardo Aybar hayan asumido  la defensa y la   higienización dentro y fuera del centro asistencial. Eso es lo que se llama empoderarse para defender lo propio, trabajar por una causa común. Esta actitud debería ser imitada por otros sectores y comunidades en todo el país, para defender y mantener en buenas condiciones lo que es de todos.

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