Coincidencias de Moreno Jimenes y Hugo Chávez

<p>Coincidencias de Moreno Jimenes y Hugo Chávez</p>

MANUEL MORA SERRANO
Que un poeta que murió en 1986, cuando el hoy presidente de Venezuela tenía apenas 32 años y ya no soñaba ser una estrella de Grandes Ligas, tenga algo que ver uno con el otro, es una cosa muy curiosa, pero ocurre que el apellido Moreno es venezolano (como el Jimenes es cubano por su bisabuelo Manuel, segundo presidente nuestro), de modo que sus raíces son profundamente caribeñas, y aunque Moreno no nació en Sabaneta (Santiago Rodríguez), su madre era de ese pueblo y él lo tuvo como su segunda patria chica, pero Chávez sí nació en un pueblo llamado Sabaneta de los llanos venezolanos. Hasta ahí los posibles parentescos, pero no es por eso que redactamos este artículo.

Ocurre que trece años antes de nacer Chávez, en su libro “La Religión de América” (El Diario, Santiago, 1941), apareció el poema “Unidad” que contiene extrañas profecías que en aquel momento parecieron “disparates” de Moreno y una muestra de su admiración desaforada por la unidad americana y por Simón Bolívar. Y sucede que en diciembre del 2007, Hugo Chávez Frías es reelegido como presidente de Venezuela por abrumadora mayoría de votos y proclama la profundización de su revolución bolivariana. Veamos el poema de Moreno sin más comentarios por ahora:

“UNIDAD: Era diciembre. / Se construía la casa; / traían las herramientas. / Era diciembre. / En los alrededores había frío. / Las gente moza volvía en cada alborada con sus sueños… / De improviso apareció un lucero rojo. / ¿Estábamos en presencia de la misma naturaleza? / ¿Cuándo un hombre es un pueblo? / ¿Cuándo toma un pueblo cariacontecido los perfiles de un hombre? // Bolívar no era ya una cosa pasada. / Sus arterias no se habían roto. / Su verbo no se había extinguido; / sus miradas no se habían apagado. / Una risa sardónica inflaba los cauces. / El suelo no parecía estar en pie. / La calma tremaba. / La alegría bufeaba. / El ente se extorsionaba de júbilo. / Las nubes en el cielo lucían una mueca. / Los ríos en la tierra espumajeaban. / La sangre tenía trazos de desequilibrarse. / Por las mejillas surcaban vetas de sudor congelado. / De pronto aquel ilusionado no habló más. / Calló con él el viento; / trinó la noche; / fosforeció la selva; / tuvo el crepúsculo muchas estrías tibias; / surcaron el alba resplandores siniestros. / ¿Qué había acontecido en el mundo? // (¡Venezuela no se parecía a Suiza/ sino a Cuba!)”.

Aparte del uso de términos cultos como “tremaba”, están esos extraños “cariacontecido” y “espumoreaba” que quizás podrían incluirse entre las palabras que inventó Moreno, pero eso pertenece a otros intríngulis lingüísticos. Volvamos al poema:

¿Queremos más coincidencias que ese diciembre repetido, esa referencia al lucero rojo que es el color de los chavistas o la pregunta ‘¿cuándo un hombre es un pueblo?’ que solo la responden las urnas y luego la referencia a Bolívar como algo vivo, y después lo que parece una descripción de lo que sucedería al imperio y a los oligarcas de su país que treman (tiemblan) por su triunfo, que concluye con la pregunta que responde con un paréntesis final, recurso que emplea regularmente para resumir el poema o para indicar algo al margen: “¿Qué había acontecido en el mundo?// (¡Venezuela no se parecía a Suiza / sino a Cuba!)” que realmente es lo que desconcertó en su época porque parecía fuera de contexto, como la mención directa a un país determinado donde, 66 años después, Hugo Chávez, enarbolando el nombre del Libertador, precisamente en diciembre, volvería a ganar a pesar de su amistad con Fidel Castro y de su proclama de que haría una revolución social.

¿Se trata de simples coincidencias o realmente en Moreno Jimenes había algo más que un verdadero poeta, es decir, un auténtico profeta? Que cada quien responda la pregunta a su manera. Pero el asunto pone a pensar.

Nota: Ver el poema Unidad en “Del gemido a la fragua Obras poéticas de Moreno Jimenes”, página 227, Editora Taller, 1975.

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