El dormitorio es el símbolo de la intimidad dentro del hogar. Se trata del lugar de la casa con mayor sensibilidad, aspecto que intenta reflejar la decoración a través del mobiliario, los objetos y los elementos textiles. En lo que respecta a las telas, éstas representan la máxima expresión de sus gustos. Los colores que colocará en cortinas, sábanas, edredones, etcétera, no sólo deben combinar armónicamente sino que deben caminar de la mano de sus preferencias.

Podríamos admitir que los textiles más importantes en un dormitorio son las cortinas y la ropa de cama. Dentro de este segundo grupo, los productos y sus diferentes variedades se multiplican hasta el infinito. La ropa de cama incluye sábanas, volantes, edredones y un inmenso catálogo de fundas para almohadas, cojines, nórdicos, etc. Por otro lado, sus colores y formas de presentación son ilimitadas: estampadas, con colores sólidos, cenefas, diseños geométricos…

Cubrecamas por doquier

Dormir debe ser una acción placentera, un momento relajante en el que nada puede fallar porque de la calidad de nuestro descanso depende el estado de energía que tendremos al despertar. Habrá meses en los que domine el frío y otras en las que el calor nos obligue a prescindir hasta de las sábanas. La colcha es un elemento que, independientemente del tiempo que haga, se necesita para colorear un cuarto y dar una buena impresión.

Las colchas que visten la cama tienen la misión de concederle al dormitorio un aire acogedor en consonancia con el resto de piezas decorativas. Resulta esencial que combinen con las cortinas y los cojines, que son los elementos que se ven a primera vista al entrar a esta estancia tan personal.