Colección Banreservas, del tintero

Colección Banreservas, del tintero

DIÓGENES CÉSPEDES
Se quedaron en el tintero, en mi artículo del miércoles pasado, otras realizaciones culturales emprendidas por las distintas administraciones del Banco de Reservas, ya sea individualmente o en colaboración con otras instituciones y organizaciones. Como es el caso de la Sociedad Dominicana de Bibliófilos, de cuya omisión me acuso, en el encomio que hice de la publicación de los 54 volúmenes de la Colección Pensamiento Dominicano que dirigió, con amor y paciencia, Don Julio Postigo, desde su escritorio de la Librería Dominicana en la calle Mercedes. También, por falta de espacio, no pude decir que el edificio donde se encontraba la Librería Dominicana era la sede central de la Iglesia Evangélica Dominicana, uno de cuyos líderes visibles fue Don Julio. Aparte del culto y otras actividades que se celebraban en aquella iglesia, desde el punto de vista profano, y que más interesa a la historia de la cultura dominicana, es el referente al segundo piso de aquel austero edificio.

Era un enorme salón de actos que se usaba para circulación de libros, exposiciones de pintura y conferencias dictadas por intelectuales dominicanos y extranjeros.

Si se examina la lista de los autores que publicaron en la Colección Pensamiento Dominicano, hay que decir que fue el grueso de la intelectualidad trujillista y, por supuesto, un exiguo número de disidentes o «desafectos», como se les llamaba oficialmente a los malquistos con el régimen.

Era también la oficina de Don Julio un sitio de amenas tertulias, pues desde mitad de los años cincuenta era una de las pocas librerías bien guarnecidas en cuanto a publicaciones extranjeras, tanto de textos universitarios como de cultura general y dominicana, como de obras de nuestros autores, editados por la Librería Dominicana o por otras imprentas.

Con esto finalizo las pocas líneas que deseaba patentar en beneficio de la inmensa labor cultural de Don Julio y la deuda que la sociedad dominicana tiene con él a este respecto.

Puntualizo ahora las realizaciones que me han sido comunicadas para completar lo que se me quedó en el tintero.

– La administración pasada, la de Lara Hernández, inició dos colecciones: Las Obras Selectas de Camila Henríquez Ureña en diez tomos, de los cuales se editaron cinco y la actual administración del licenciado Toribio publicó los cinco faltantes La otra colección, titulada Fragmentos de la Patria, esta compuesta de diferentes fascículos con datos generales sobre las provincias del país. La administración del licenciado Toribio publicó ocho fascículos.

– Se hace hincapié que en el Banreservas «se mantiene, de manera plena, la continuidad de los compromisos asumidos por las anteriores administraciones. Aquí vale siempre el principio de la continuidad del Estado.

– La actual administración dio continuidad a la Colección Banreservas y la publicó como segunda época, con un volumen titulado «Colonización y política. Los japoneses y otros inmigrantes en la República Dominicana», de la doctora Valentina Peguero, en el 2005. El segundo volumen será puesto en circulación este mes y se titula «Diccionario biográfico de los restauradores de la República», de Rafael Chaljub Mejía

– Banreservas y los Bibliófilos crearon la colección con el nombre de las dos instituciones y fruto de ese acuerdo de trabajo han sido dos libros titulados «El pensamiento y la acción en la vida de Juan Pablo Duarte», del difunto Carlos Federico Pérez, y «De literatura dominicana siglo veinte», del también finado poeta Héctor Incháustegui Cabral, obras que estaban agotadas. La próxima obra que será puesta en circulación es «Crítica de nuestra historia moderna», de Gustavo Adolfo Mejía Ricart.

– También, en breve, serán editados los «Documentos de la Conferencia del Episcopado Dominicano», obra financiada por Banreservas y que recoge los documentos pastorales (cartas, mensajes, notas y acciones) adoptados «en momentos en que el país ha necesitado orientación coyuntural».

Los libros publicados o financiados por Banreservas estarán disponibles durante un año en la página Web de la institución para su lectura en pantalla por parte de los usuarios del mundo entero.

Finalmente, durante la administración del licenciado Lara Hernández fueron publicados, con fondos de Banreservas, y conjuntamente con la Secretaría de Cultura, los primeros cinco tomos de las obras completas de Pedro Henríquez Ureña, pero se desconoce por qué, si hay en esto «continuidad de los compromisos asumidos por las administraciones anteriores», no se han publicado los restantes volúmenes.

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