Colectiva de pintores residentes en homenaje a Silvano Lora

Colectiva de pintores residentes en homenaje a Silvano Lora

El gran artista e intelectual dominicano Silvano Lora desempeñó sus últimas funciones culturales como Agregado Cultural de la Embajada Dominicana en París. A pesar de su estado de salud, trabajó con entusiasmo, sorprendiendo a todos por su resistencia y valentía. Volvió a Santo Domingo, solamente cuando sus fuerzas, agotadas por un despiadado quebranto de varios años, no le permitían estar de pie.

Su oficina en la misión diplomática dominicana fue, mientras ocupaba el puesto, un centro de proyección del país, aunque él carecía de recursos. Apasionado por el tema de Théodore Chassériau –el famoso artista romántico francés, nacido en Samaná–, dictó una conferencia en el Grand Palais, durante la retrospectiva parisina, y organizó una exposición del fotógrafo Pedro Guzmán, con fotografías de El Limón y sus parajes samanenses.

El evento fotográfico se celebró en los Salones de La Embajada, asistiendo la colonia de dominicanos residentes. En ese mismo lugar, Marcos Lora Read, pintor e instalador, residiendo en París como huesped de la Cité des Arts, quiso organizar una colectiva “In Memoriam”. Invitó a los artistas, oriundos de la República Dominicana que viven en París, a exponer, recordando a quien fue su colega y amigo.

Durante tres semanas, bajo los auspicios de la Embajada dominicana, exponen los artistas José Castillo, Nelson Ricart Guerrero, Inés Tolentino y Victor Ulloa. Una pintura de Silvano Lora lo hace más presente, siendo pieza central de la muestra.

Marcos Lora Read nos solicitó escribir algunas líneas acerca de Silvano y sus afinidades con París, y también asoció a la historiadora del arte y museóloga, Cecira Armitano, conocedora de la obra de Silvano Lora, y muy querida por todos nosotros, a la manifestación.

Cabe señalar que, además de su inmenso talento en la creación plástica, Silvano Lora fue crítico de arte, fundador de la Asociación Dominicana de Críticos de Arte, y miembro de la Asociación Internacional de Críticos de Arte –con sede en París , en el seno de la cual se mantuvo activo y era muy apreciado.

Nos complace reproducir a continuación una semblanza que trata de revivir al extraordinario parisino de adopción que fue Silvano Lora, compañero entrañable de Pierre Restany y de Raúl Jean Moulin, entre famosas personalidades amigas.

[b]París conquistó a Silvano, Silvano conquistó París[/b]

Hoy particularmente recordamos a Silvano Lora. El famoso periódico comunista L’Humanité celebra su centésimo aniversario. Silvano, que nunca dejaba de asistir, cada año, a la “Fête de l’Huma”, con un stand de la República Dominicana, hubiera estado entre los 5.000 comensales del gigantesco banquete conmemorativo, si la muerte no hubiera sesgado su amor a la vida, al arte y a la gente.

Ese gran artista y poeta, humanista y gestor cultural, había llegado a París hace medio siglo, con muy pocos francos en el bolsillo y el inaplazable deseo de conocer. En plena era de Trujillo, el hambre de descubrir la libertad y morder las oportunidades de la creación sin trabas, le hizo vencer todas las dificultades materiales y pronto ejecutar sus primeras obras que él llamó comestibles pues debían permitirle subsistir. Muy pronto, se integró a Montparnasse y a Montmartre, a círculos y cenáculos, a artistas y críticos, flanqueado por sus ideas e ideales que jamás abandonaría.

Casi inmediatamente, él consiguió exponer individualmente en buenas galerías, y sus pinturas, fuertes y efusivas, retuvieron la atención. ¿Bohemio Silvano, como tantos latinoamericanos en París? Realmente no, si bien se integraba a la gente y los ambientes del bullicio intelectual, no perdía de vista sus objetivos, sus convicciones, su pasión de hacer.

En París, al igual que en Santo Domingo y otros lugares del mundo –del cual era un ciudadano , él nunca perdió tiempo. No solamente dibujaba y pintaba, sino daba clases, animaba talleres para niños, organizaba eventos. Desde antes de los 70, ya recuperaba desechos y construía instalaciones. Adversario de la guerra, él reconvertía hasta el material bélico desgastado en obras de arte. Todo esto en París y la “banlieue”.

Silvano Lora vivía entre los exilios, voluntarios o forzosos, arribaba a su país, tenía que salir, y de modo incontenible aterrizaba en París. Formó parte de los rebeldes de Mayo del 68, se incorporó a la lucha –como lo hizo tres años antes en las calles de Santo Domingo , negándose a separar el arte de la política y del pueblo. Esto le valió una interdicción temporal de pisar suelo francés, pero no duró mucho.

París había conquistado a Silvano, y recíprocamente… Ese viajero permanente e imprevisible, adonde fuese que llevaba su desgarbada y distinguida silueta, volvía a París, antes o después de tocar suelo dominicano. Nunca en turista, siempre en militante. Conocía a centenares de creadores visuales y agentes de la cultura: incontables veces, en París, nos hablaron de Silvano Lora. Innegablemente lo querían y apreciaban.

Inesperadamente la enfermedad lo atacó. El batallador no se dejaba vencer. Y entonces retornó a París para operaciones y tratamientos. Como si estuviera curado, seguía su misión de artista, de promotor, de ideólogo, con la misma fuerza y convicción. Pudo disfrutar poco tiempo de sus funciones de Agregado cultural de la Embajada Dominicana en París.

Disfrutar significaba que, pese a la carencia de medios otorgados a los asuntos culturales, él inventaba, trabajaba para proyectar a su país, ofrecía conferencias, diseñaba proyectos. Casí en el umbral de la morada eterna, Silvano Lora viajó una última vez a París, un adiós desgarrador que precedió de muy poco el desenlace fatal.

Esta muestra “In Memoriam” de artistas dominicanos residentes en París, que fueron sus colegas y amigos, en los salones de la Embajada Dominicana, es una hermosa y justa iniciativa que organizó otro artista, Marcos Lora Read. De repente, la prosaica realidad se borra, y Silvano, elegantísimo en las grandes ocasiones, con su pañuelo de seda y su faceta de cacique amerindio, camina hacia los cuadros y abre la exposición Allí, aquí, él está presente.

Marianne de Tolentino es vicepresidenta de la Asociación Internacional de Críticos de Arte, de la cual Silvano Lora fue miembro emérito.

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