Que veinte años no es nada, reza el tango de Gardel, y para los integrantes de la promoción del 78 del Colegio Loyola, treinta tampoco, así lo demostraron durante un encuentro de ex alumnos, donde las emociones y la alegría de reencontrarse con viejos amigos del colegio estuvieron a flor de piel.
Las expectativas de ver cómo eran ahora y qué hacían tres décadas después de corretear juntos por los pasillos del instituto, en aquella época solo para hombres, fueron disipadas durante una cena el pasado martes en el comedor privado del Santo Domingo Country Club
Allí entre abrazos, anécdotas y risas se pusieron al día.
Al profesor de Matemáticas José Soriano la experiencia lo ha dejado contento, feliz… Hemos sido un grupo de profesores y estudiantes muy unidos, Loyola es una comunidad muy bien definida, de propósito firmes, y esta promoción es muy especial, fue la última con la que trabaje antes de salir de la entidad en 1978.
Los protagonistas
Luis San Miguel
Ha sido una gran experiencia, hemos revivido importantes momentos de nuestra adolescencia. Nos sentimos muy bien.
Jaime Luis Bou
Tremenda sorpresa y buena experiencia. Hay personas que viven muy distantes de uno, es sorprendente y me siento bien contento de verlos.
Juan Báez
Después de 30 años realmente las emociones afloran a la piel. Es difícil describir el momento, pero definitivamente es muy agradable.
Juan Pellerano
Es una gran satisfacción, más para mí que he estado envuelto en la organización. Ha sido un trabajo arduo, pero reconfortante.
Juan C. de los Santos
Ha sido muy emotivo ver a los compañeros otra vez, como nos dejamos y dónde estamos actualmente después de tantos años.
Fabio Vásquez
Es algo maravilloso, estamos casi en su totalidad aquí reunidos. Es algo grande, ¡son 30 años! Espero que podamos seguir así de unidos siempre.