Cólera avanza en San Cristóbal

Cólera avanza en San Cristóbal

El hospital Juan Pablo Pina, de San Cristóbal, recibió ayer una población de personas afectadas con síntomas propios de cólera que prácticamente desbordó  las áreas disponibles del centro. Unas cuarenta personas  eran atendidas en horas de la tarde y se preparaban nuevos espacios para albergarlos. Procedían de barrios marginales de la ciudad.

Otro tanto ocurrió en San Pedro de Macorís, en la región oriental, donde se informó de la muerte de dos personas que llegaron al hospital regional Antonio Musa con diarrea y vómitos.  El día amaneció con 45 de estos pacientes y en la tarde quedaban internos exactamente 22.

El cólera dejó dos muertos en los barrios Blanco y Canta la Rana, de San Pedro de Macorís.

Las víctimas son  Melvin Morales, de 32 años de edad, y Alejandro Ferrero, de 74, ambos en el centro regional donde estaban recluidos con síntomas de la enfermedad.

Sus  cadáveres fueron llevados ayer al Instituto de Patología Forense, que funciona en el hospital regional Antonio Musa.

El doctor Guillermo Hernández, director del hospital Regional Antonio Musa, no admitió la muerte por cólera de inmediato y esperaba los resultados de los estudios de Patología Forense para ofrecer una información concreta.

Recordó que en el caso de Morales, éste llegó con un problema grave en el hígado, ya que era adicto a triculí, una bebida artesanal que quema los intestinos.

Señaló que ayer el hospital amaneció con 45 pacientes, pero cerca del mediodía solamente quedaban 22, porque los demás fueron dados de alta.

En el barrio La Culebra, en Punta Pescadora,  cerca del río Higuamo, Carolina Varela brega en la casa con sus 9 hijos con los síntomas de cólera, ya que aunque  estuvo interna con ellos en el hospital Antonio Musa, fue dada de alta.

San Cristóbal Azotado. Brota en barrios vulnerables de San Cristóbal, a tal punto que el hospital Juan Pablo Pina de esa ciudad habilitó la capilla del centro y en la tarde de ayer preparaban dos carpas para poder dar abasto al cúmulo de pacientes con los síntomas de la enfermedad, que en la tarde sumaban 40.

La mayoría de los pacientes que llegan al hospital Juan Pablo Pina, de San Cristóbal, proceden de los sectores arrabalizados próximos al río Nigua, como Las Flores, Jeringa y Zona Verde, donde las aguas residuales, la falta de sanitarios y la basura son la norma.

El director del centro asistencial, doctor Roberto García Márquez, informó que todos los casos de vómito y diarrea se atienden como si fuera cólera, y que hasta el momento solo un paciente ha dado positivo, de decenas de que llegan diariamente al lugar.

Desborde.  García Márquez señaló que ayer fue cuando más sospechosos de la enfermedad acudieron al hospital, en cuya área no cabían los enfermos, por lo que muchos eran atendidos en bancos.

Al director del hospital se le observó muy ajetreado buscando los lugares para colocar las carpas, debido a que ya en la capilla no cabían más enfermos y ante  la posibilidad de aumento de los casos.

Negó que Ramón Antonio Jiménez, de 43 años, muriera de cólera, a pesar de que estuvo en el hospital con síntomas de la enfermedad, ya que este falleció en su casa de la calle Respaldo Leger, en Las Flores, el pasado jueves.

Dos de los pacientes en estado delicado  son Felipe Montaño, de 65 años, quien llegó al hospital procedente del barrio Jeringa, y el niño Carlos Paulino, de  siete meses, quien era atendido por su madre, que procede del barrio Las Flores. Todas las azonas afectadas se caracterizan por la pobreza.

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Más  enfermedades

      El ministro de Salud, Bautista Rojas Gómez, dijo  que el  cólera,  la leptospirosis y el  dengue  son   enfermedades  febriles  y diarreicas y contagiosas que se adquieren a través de heridas, uso o contacto con   agua contaminada  por lo que se hace imprescindible que la población tome conciencia y se empodere de las recomendaciones ofrecidas por las autoridades sanitarias para preservar la salud. 

Cuatro provincias sin cólera aún

La epidemia de cólera se ha diversificado por casi todo el país, pero no ha tocado a cuatro provincias, dos del Sur y dos del Norte. Son Samaná, San José de Ocoa, Hermanas Mirabal y Peravia, de acuerdo con el mapa de la enfermedad bacterial.

Sin embargo, en Santiago, Santo Domingo, el Distrito Nacional, Elías Piña, San Juan, Independencia, Monte Cristi, Valverde, Azua y San Pedro de Macorís mantienen la más alta incidencia de la enfermedad.

Para el infectólogo,  Clemente Terrero, la explicación lógica es que el cólera se concentra en las ciudades que tienen barrios con harto hacinamiento. “A mayor hacinamiento y pobreza, mayores serán las posibilidades de que se desarrolle la enfermedad”.

En Santo Domingo

En el  hospital Luis Eduardo Aybar, en Santo Domingo, el número de personas ingresadas ayer era de 42  y fuera de la unidad se hidrataban seis. El hospital Francisco Moscoso Puello tenía seis ingresos, de acuerdo a información suministrada por su director y el hospital infantil Santo Socorro en el Distrito Nacional tenía ingresados 11 niños. Médicos del hospital Antonio Musa de San Pedro de Macorís, informaron  que las personas atendidas sospechosas de cólera sobrepasan las 400, desde la aparición de la enfermedad.

Más de 20 organizaciones sociales y comunitarias del  Norte del Distrito Nacional exigieron ayer al Gobierno declarar la zona en estado de emergencia y hacer una intervención integral.

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