La coliflor está considerada como la más exquisita de todas las coles y desde el punto de vista culinario, la que ofrece más versatilidad. Es una hortaliza de la que existen muchas variedades: de la blanca a la verde, pasando por la violeta o por las variedades de verano, otoño e invierno.
Actualmente es tiempo de la coliflor blanca en el país y por tal razón se oferta en mercados y supermecados a RD$4.95 la libra.
La coliflor pertenece a la familia de las Crucíferas, género Brassica. Dicha familia incluye otras variedades de coles: brócoli, col blanca o repollo, col lombarda, nabo, rábano, etc.
Siempre que esté tierna se puede consumir cruda formando parte de ensaladas. Además pueden cocinarse y elaborar con ellos varios platos.
La coliflor puede prepararse al vapor, asada, frita, estofada hervida o gratinada. Además, puede servirse como acompañamiento de otros platos, como por ejemplo legumbres, arroz o formando parte de un saludable guiso de verduras. También es un buen acompañante de algunos pescados como el bacalao o incluso puede formar parte de una original tortilla.
Además las coliflores pueden constituir nutritivos y sabrosos platos por sí mismas, acompañándolas con papas, huevo duro, un refrito de ajos, unas cucharaditas de mayonesa o incluso de frutos secos, como por ejemplo almendras.
Antes de preparar una coliflor hay que limpiarla correctamente. En primer lugar se corta la base y se arrancan las hojas. Estas pueden ser desechadas, o bien cocerse y ser consumidas como cualquier otra verdura.
Esta col presenta un bajo contenido en calorías, aunque éste puede variar dependiendo de la variedad empleada y de las condiciones de cultivo.
Sin embargo, es rica en minerales y presentan elevados contenidos en glucosinolatos, especialmente isotiocianato de alilo y butilo y vinil-tio-oxazilina.
DICIEMBRE, LA MEJOR TEMPORADA
La col de forma redondeada es carnosa, de gran tamaño y posee un contenido destacado de sustancias antioxidantes.
La coliflor pertenece a la familia de las Crucíferas, género Brassica. Dicha familia incluye otras muchas variedades de coles: brócoli, col blanca o repollo, col lombarda, nabo, rábano, etc. Existen numerosas variedades de coliflor, que pueden clasificarse en función de diferentes criterios: color (blancas, verdes, moradas), características climatológicas de cultivo, tamaño y época de maduración (verano, otoño e invierno). Las coliflores de otoño pueden ser grandes y vigorosas o bien pequeñas y compactas. Las variedades de invierno, a pesar del nombre que reciben, son coliflores que en realidad maduran en primavera.
La mejor época para apreciar todas sus cualidades se sitúa entre los meses de septiembre y enero, aunque podemos disponer de ellas durante todo el año.
En la compra, se aconseja elegir aquellos ejemplares que presenten una masa limpia, firme y compacta, con hojas verdes y tiernas, ya que son señal de que la coliflor está fresca.
Para una óptima conservación de esta hortaliza, en casa conviene envolverla en una bolsa de plástico perforada y en condiciones de refrigeración. Así se conserva en buenas condiciones hasta una semana, y también se puede congelar.
¿QUÉ PROPIEDADES NUTRICIONALES TIENE?
El principal componente de la coliflor es el agua, lo que acompañado del bajo contenido que presenta tanto de hidratos de carbono y proteínas como de grasas, la convierte en un alimento de escaso aporte calórico. Se considera buena fuente de fibra, así como de vitaminas y minerales. En relación con las vitaminas destaca la presencia de vitamina C, folatos y vitamina B6. También contiene otras vitaminas del grupo B, como la B1, B2 y B3, pero en menores cantidades. En cuanto a su contenido en minerales, se puede considerar a la coliflor un alimento rico en potasio y fósforo. También contiene, aunque de forma menos importante, hierro, magnesio y calcio. Al igual que otras verduras del mismo género Brassica, el consumo de coliflor se aconseja por su alto contenido en elementos fitoquímicos de acción antioxidante (glucosilonatos, isotiocianatos e indoles), entre otros, los cuales contribuyen a la prevención de algunas enfermedades degenerativas y a estimular el sistema inmune.
LA COLIFLOR EN LA COCINA
Antes de preparar una coliflor hay que limpiarla correctamente. En primer lugar se corta la base y se arrancan las hojas. Estas pueden ser desechadas, o bien cocerse y ser consumidas como cualquier otra verdura. A continuación se separan los ramos de inflorescencias y se lavan. De este modo pueden consumirse crudos formando parte de una ensalada, siempre que estén tiernos o puedan cocinarse y elaborar con ellos una gran variedad de platos.
PASTEL DE COLIFLOR
Ingredientes:
- 1 coliflor sancochada y trozada
- 4 huevos
- 6 cucharadas de queso parmesano
- 2 tazas de salsa blanca
- Sal, pimienta al gusto
Preparación:
Aplaste la coliflor un poco y mézclela con la salsa blanca, el queso parmesano y las yemas. Batir las claras a punto de nieve y mezclar en forma envolvente con la preparación anterior. Sazone con sal y pimienta. Ponga la mezcla en un molde de 20 x 30 enmantequillado y hornear a 300º C hasta que dore y el cuchillo salga limpio. Dejar reposar y servir.