Ellos aman los gallos, pero también el deporte que practican. Y es que conjuntamente con el béisbol, las peleas de gallos forman parte de las tradiciones del país, convirtiéndose en una de las aficiones más difundidas, sobretodo en los pequeños pueblos.

Por tal motivo, el Coliseo Gallístico de Santo Domingo “Alberto Bonetti Burgos” se llenó a capacidad en la celebración del Torneo Internacional entre Puerto Rico y República Dominicana dedicado a Pablo Morales, uno de los galleros más famosos del mundo.

En el restaurante, Nelson Hernández, presidente del Coliseo, afirmó que esa entidad es una fuente de empleo para cientos de personas, y que en sus instalaciones fue celebrada La Cuarta Mundial de Gallos, evento sin precedentes en el país y que será muy difícil para otra nación superar esta hazaña.

Así mismo, expresó que el deporte de los gallos es una costumbre dominicana muy difícil de eliminar, ya que es una pasión muy fuerte que está arraigada en el hombre, pero que también es practicada por mujeres.

Nelson Hernández dijo que esa actividad contó con la presencia de diferentes personalidades de Costa Rica, Guatemala y del mundo empresarial del país.

Luego pasaron al área del Coliseo, donde alrededor de 500 personas gritaban y animaban a sus gallos. En esta competencia que tuvo 18 peleas, los protagonistas quedaron empates.