SAN JUAN DE LA MAGUANA. Las principales carreteras del Suroeste, incluyendo algunas aún sin inaugurar, principalmente en esta provincia y  Barahona, han sido rotas para colocarles decenas de  muros o “policías acostados”.

Algunos de estos han provocado accidentes de tránsito, causantes de  perdidas de vidas humanas, mientras que otros se han convertido en los principales aliados de los delincuentes para cometer atracos.

La cantidad de reductores de velocidad en las vías de comunicación terrestre de la zona es tal, que en  el tramo de Elías Piña a la salida hacia Azua, con alrededor de  137 kilómetros, hay 29 muros, y solamente dos, en Las Guanábanas y en Villalpando, tienen justificación por estar  frente  planteles escolares.

La mayoría de esos muros han sido colocados por dominicanos y haitianos, para obligar a los conductores a detener la marcha en cada uno de ellos, para que los ocupantes de los vehículos les compren cuantas cosas se les antoje vender a las personas que residen en los asentamientos ubicados en las vías.

A todo esto hay que agregarle que ahora, con los aumentos de precios de los combustibles, y al tener los conductores  que transitan por esas vías que reducir la velocidad a cero para cruzar los muros, se registrara un aumento considerable en  gasto  de  esos carburantes.

Se ha informado que las empresas de transporte público  de Elías Piña, Las Matas de Farfán y esta ciudad, ante los últimos aumentos en los derivados del petróleo, se reunirán en la próxima semana para exigir le eliminación de todos los reductores de velocidad colocados en las vías.

Zoom

Los militares

Pero no sólo civiles han convertido en semilleros de muros las carreteras del Suroeste, ya que también el Ejército y la Policía Nacional han colocado una gran parte de estos, para obligar a los conductores a detener la marcha para los tradicionales registros, “en busca de haitianos indocumentados y de drogas”. Esos muros han provocado daños considerables a decenas de vehículos, especialmente carros.