Colombia declara emergencia tras alud, temen más muertes

Colombia declara emergencia tras alud, temen más muertes

Colombia declaró ayer la emergencia económica tras una brutal avalancha en la amazónica ciudad de Mocoa, mientras subía a 273 la cifra de muertos, entre ellos 43 niños, y las esperanzas de hallar supervivientes disminuyen con el paso de las horas.
«Debo informar con gran pesar que el número de fallecidos sigue aumentando», afirmó el presidente Juan Manuel Santos, antes de regresar por tercer día consecutivo a la zona para liderar los esfuerzos de recuperación.
La avalancha desatada la medianoche del viernes por el desborde de tres ríos tras fuertes lluvias, que cubrió de lodo, piedras y troncos la capital del departamento del Putumayo, deja 262 muertos e igual número de heridos y más de 200 desaparecidos, afectando a unas 45,000 personas.
Quienes lograron salvarse del torbellino, se desesperan por saber algo de los suyos. «Falta mi hija Diana Vanesa, que dejó un niñito de tres años, Santiago (…). Tenía un tatuaje en el pie izquierdo con el nombre del niño. Todos los días se sale en busca de ella y nada, no se la ha podido encontrar», contó a AFP Ercy López, de 39 años recostada en una colchoneta en un refugio con dos de sus hijos y su yerno, todos llenos de raspones. «Ya las esperanzas de encontrarla con vida son muy pocas», añadió sobre su hija de 22 años, luego de perder su casa con el alud y quedar ella colgada de un árbol y su hijo de 15 años trancado en un muro.
Milagro esperado.- Por un momento, algunos en Mocoa creyeron que podrían celebrar el milagro de encontrar una persona viva debajo del lodo: rescatistas, periodistas y curiosos se amontonaron frente a una casa colapsada, donde fueron reportados ruidos por los vecinos.
«Es el primer caso en las últimas horas pero esto se está haciendo por toda la cuenca de afectación, dos días sin parar y el tercer día, hoy. Se han encontrado cuerpos, pero no descartamos las posibilidades de encontrar a alguien con vida», dijo a AFP el director de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD), Carlos Iván Márquez. Pero las esperanzas se desvanecieron y los socorristas se dirigieron unas casas más arriba, para hallar el cadáver de una mujer embarazada.
Márquez explicó también que este lunes culmina «la primera fase de la búsqueda» y ahora entrarán «con maquinaria para ir haciendo remoción de escombros». Pues, en catástrofes como éstas, luego de las 72 horas se cierra la ventana para encontrar vida más allá de algún caso muy excepcional. En la calurosa Mocoa, donde el barro huele feo y ya empieza a levantar polvo al secarse, las calles están llenas de gente con tapabocas.
Para evitar un brote de enfermedades el gobierno inició una campaña de prevención y vacunación. Además, los damnificados, entre los que hay decenas de menores de edad, reciben kits de ayuda alimentaria y de aseo, así como asistencia psicológica y refugio en cinco albergues.

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