Colombia. Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia anunciaron este miércoles que a partir del 20 de julio mantendrán un cese el fuego unilateral durante un mes.

«Buscamos con ello generar condiciones favorables para avanzar con la contraparte en la concreción del cese al fuego bilateral y definitivo», explicó el grupo en un comunicado.

En su cuenta de Twitter, el Presidente Juan Manuel Santos, dijo: «Valoramos gesto de cese unilateral de fuego de las FARC pero se necesita más, sobretodo compromisos concretos para acelerar negociaciones».

Es el segundo cese el fuego anunciado por el grupo guerrillero en los últimos meses.

El anterior, que había comenzado en diciembre de 2014 y había sido presentado como indefinido, fue suspendido por los rebeldes el 22 de mayo, luego de que el gobierno decidiera reiniciar los bombardeos contra los campamentos de las FARC.

A su vez, el gobierno había tomado esa decisión tras un ataque de la guerrilla -en medio del cese el fuego- que había dejado 11 soldados muertos.

Desde mayo hasta ahora se ha registrado un importante incremento de los ataques de las FARC a fuerzas de seguridad, infraestructura eléctrica e infraestructura petrolera.

También hubo una profundización de la ofensiva de las fuerzas del gobierno contra los rebeldes.

Negociar un cese bilateral

El anuncio del cese el fuego temporal, «si bien ayuda al proceso al reducir la violencia y su tremendo costo, para el proceso y para las FARC, no supone una declaración de abandono de la violencia ni un avance en el logro de un cese (el fuego) bilateral», le dijo a BBC Mundo Jorge Restrepo, director del Centro de Recursos para Análisis de Conflictos (CERAC).

Para Restrepo, «el reto ahora es para las partes negociar un cese bilateral», tal como lo solicitaron hace un día los países garantes del proceso de paz -Cuba y Noruega- que el gobierno colombiano y las FARC llevan adelante en la capital cubana, La Habana.

Sin embargo, hasta ahora no han logrado ponerse de acuerdo respecto a cómo se implementaría.

El gobierno pide que para ello las FARC dejen las armas y se concentren en una zona geográfica donde pueda verificarse que cumplen el cese el fuego.

Pero el grupo guerrillero desestimó hasta ahora esa opción.

Las partes están sentadas a la mesa de negociación desde 2012, con el objetivo de intentar poner fin a un conflicto de más de 50 años, que ha dejado más de 220.000 muertos y millones de otras víctimas.