BOGOTA (AFP).- Las autoridades colombianas investigan denuncias sobre una incursión violenta de militares venezolanos en una zona rural de la ciudad fronteriza de Cúcuta (noreste), que, según pobladores, tuvo lugar el lunes, informaron este martes fuentes oficiales.

   Una comisión integrada por miembros de la Policía, la Fiscalía y autoridades civiles de la región visitó este martes la aldea donde presuntamente se registró el hecho, y dialogó con habitantes que aseguran que los uniformados los agredieron exigiéndoles información sobre traficantes de combustible.

   «Hemos venido con la Fiscalía, con representantes de la gobernación (del departamento de Norte de Santander) y de la alcaldía (de Cúcuta) para verificar con los campesinos qué fue lo que realmente pasó», dijo el coronel José Humberto Henao, comandante de la Policía en la región.

   «Tuvimos oportunidad de hablar con las personas que fueron afectadas, con los habitantes del sector y entregaremos un informe al gobierno nacional sobre los hechos acaecidos en este sector de la frontera», señaló por su parte el secretario de gobierno de Norte de Santander, Manuel Alberto Luna.

   Pobladores de la zona relataron a la prensa que miembros de la militarizada Guardia Nacional de Venezuela (GNV) irrumpieron el lunes por la mañana en el pueblo en busca de información sobre contrabandistas de gasolina, y torturaron a un joven de 18 años y retuvieron a los lugareños en sus fincas.

   «Me tiraron al río, me encañonaron e intentaron ahogarme. Eran unos 10 ó 15 militares», aseguró Javier Cáceres, mientras que Jorge Ochoa, otro habitante, narró que cuando quiso señalarle a un capitán que estaba en territorio colombiano, éste le respondió con «insultos y amenazas».

   Un testigo que solamente se identificó como Luis manifestó, a su vez, que la incursión se prolongó durante tres horas y que, «además de torturar al muchacho», los uniformados retuvieron a los moradores en sus fincas.

   «A un muchacho de 18 años lo agarraron del pelo y lo hundieron en el agua, lo torturaron para que cantara dónde estaban los contrabandistas, pero él no sabía nada. Patrullaron las fincas y retuvieron a la gente durante tres horas mientras registraban la región», comentó.

   El testigo señaló que en el lugar donde se produjo el incidente no hay presencia del Ejército ni la Policía colombiana, y que el pasado 8 de diciembre se presentó una incursión similar en la que los militares venezolanos hicieron disparos al aire.

   «Anoche llamamos al Ejército y llegaron unos 100 hombres, pero habitualmente no hay presencia de la fuerza pública colombiana», dijo.

   La fuente añadió por la zona se movilizan contrabandistas de combustible y de otras mercaderías, pero que debido a los controles de las autoridades venezolanas desde hace varios días hay escasez de gasolina.

   En enero de 2004 habitantes y autoridades de Norte de Santander denunciaron otras dos incursiones de militares venezolanos en el municipio de Tibú, en las cuales los uniformados destruyeron viviendas y causaron el desplazamiento de familias argumentando que perseguían a paramilitares de extrema derecha.

   Colombia y Venezuela comparten una conflictiva frontera de 2.219 km.