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EDUARDO KLINGER PEVIDA
Colombia, un noble país sudamericano, uno de los más importantes de la región, celebra este 20 de Julio un aniversario mas de su independencia acercándose a los 200 años de vida republicana. Aunque en un sentido distinto al de su vecino Venezuela se encuentra igualmente viviendo uno de los momentos más dramáticos y relevantes de su historia.
La República de Colombia es un país de gran importancia estratégica en la región e integrante destacado del Gran Caribe. Su población asciende a 42 millones de habitantes y la magnitud de su economía se eleva a los 130 mil millones de dólares. Es la única nación sudamericana con costas en los dos océanos.
El colombiano es un pueblo acogedor, laborioso, responsable que un grupo de delincuentes nada pequeño ha llenado de oprobio y vergüenza convirtiendo al país en un centro relevante en la producción de droga y en su tráfico. Cuando Usted visita a Colombia sus interlocutores siempre le van a preguntar que se piensa de ellos, como se les ve. No es un pueblo de drogadictos y traficantes, es una nación que ha sido utilizada con saña por estructuras del crimen organizado.
Eso, con toda justeza, preocupa al colombiano hombres y mujeres y como siempre en los pueblos hay una gran reserva de dignidad, hay muchos que se ocupan de enfrentar los males que padecen para limpiar la honra nacional. No hay dudas de que la determinación de enfrentar el problema, de ocuparse de vencer los desafíos ha arrojado resultados exitosos en los últimos años.
La tasa de asesinatos se ha logrado reducir en un 50 % y la de secuestros, uno de los grandes flagelos que se sufría y temía, ha disminuido en el 75 %. El reforzamiento ha que se han sometido las Fuerzas Armadas durante al actual gobierno ha permitido recuperar zonas que se encontraban fuera del control de las autoridades nacionales por varios años, a veces por decenas de años. Con todo ello se ha permitido desvirtuar la imagen de un estado prácticamente «fallido». Ello explica el porque el presidente Álvaro Uribe, después de cónico años en el cargo, mantiene un nivel de popularidad del 80 % según mostraron las encuestas el pasado mes de mayo.
El panorama colombiano es extraordinariamente complejo: guerrillas izquierdistas que se han mantenido alzadas en armas por decenios de años y que algunos sectores de la misma se han entrecruzado con actividades de narcotraficantes virus mortal que contamina a muchos ; fuerzas para militares- de extrema derecha que siempre han sido identificadas con sectores extremistas dentro del Ejército y de los políticos; y los grupos del narcotráfico capaces de desestabilizar a ciertos niveles con su capacidad de corrupción.
No hay dudas de que el gobierno colombiano parece estarse ocupando en serio del problema a pesar de las dificultades que le surgen casi de manera permanente. Recientemente decenas de legisladores y políticos, una buena parte de ellos allegados al Presidente, han sido sometidos a la justicia acusados de vinculación con las fuerzas paramilitares y las atrocidades cometidas.
Sin embargo, hay que decir que aunque por primera vez han sido llevados ante la justicia responsables de violación de los derechos humanos y de haber incurrido en masacres y otros crímenes graves, Colombia no goza de muchas simpatías dentro de la actual correlación del Congreso norteamericano el cual exige que se esclarezca el asesinato de sindicalistas, en tanto Human Rights Watch denuncia que el país «presenta la peor crisis de derechos humanos y humanitarios en el Hemisferio Occidental». No obstante, Colombia recibe una atención preferencial del ejecutivo norteamericano el cual desde el 2000 ha hecho fluir mas de cinco mil millones de dólares en ayuda militar, sola superada por Irak, Egipto, Afganistán e Israel.
Comoquiera el país se ha ocupado de avanzar y en los últimos 10 años ha reducido la inflación del 18 al 5%; el desempleo, desde el 2002, del 16 al 13%; mientras que las exportaciones han saltado de 13 158 millones de dólares en el 2002 a 24 391 millones en el 2006. Su primer socio comercial es Estados Unidos seguido por Venezuela.
