Bogotá. EFE. Los colombianos, con el presidente Juan Manuel Santos a la cabeza, recibieron ayer el anuncio de un nuevo alto el fuego unilateral de las FARC con satisfacción comedida y la esperanza de que suponga un nuevo aire para el proceso de paz, que pasa por un momento crítico.

El primero en reaccionar al anuncio que hicieron a primera hora del día las FARC fue Santos, quien valoró el gesto aunque reclamó a esa guerrilla que tome “compromisos concretos para acelerar negociaciones”, que desde hace más de dos años y medio se celebran en Cuba.

El anuncio de la principal guerrilla del país se da luego de las declaraciones del jefe del equipo negociador del Gobierno, Humberto de la Calle, quien aseguró el domingo que el proceso de paz pasa por su “peor momento». “Y nosotros tenemos que tener la honestidad de decirles a los colombianos que el proceso de paz está en el peor momento desde que iniciamos conversaciones”, afirmó De la Calle.

A ese coyuntura se llegó precisamente tras el fin de un anterior alto el fuego de las FARC que se prolongó del 20 de diciembre hasta el 22 de mayo último. Durante esos 5 meses se vivió una reducción de la intensidad del conflicto que tuvo un efecto de rebote tras el fin del alto el fuego, especialmente por una ofensiva de las FARC contra Fuerzas Militares y de Policía, así como contra la infraestructura petrolera que causó graves daños medioambientales.

Esa oleada de ataques enfrío las posiciones de los negociadores pese a que siempre han intentado mantener diferenciado lo que sucede en la mesa de diálogos de Cuba y en los campos de batalla de Colombia. Para dar un impulso a los diálogos los países garantes (Cuba y Noruega) y los acompañantes (Venezuela y Chile) hicieron el martes un llamado a rebajar intensidad del conflicto.