Colombiana Ingrid Betancourt narra su penosa y difícil situación en carta

Colombiana Ingrid Betancourt narra su penosa y difícil situación en carta

BOGOTA (AP) — Sentirse muerta en vida, dormir en cualquier hueco en una selva donde la única respuesta que obtiene a lo que pida es “no” son parte de las vivencias que la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt, secuestrada por las FARC hace cinco años, narra a su madre en una carta cuyos apartes fueron revelados ayer.

  El diario El Tiempo publicó extractos de la misiva escrita a mano en hojas blancas y en letra pequeña que la ex candidata presidencial colombo-francesa le dirigió a su madre Yolanda Pulecio con fecha del 24 de octubre. 

Fue una de las siete cartas y cinco videos que el ejército y la fiscalía decomisaron el jueves por la tarde en Bogotá a tres supuestos miembros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y que constituyeron las primeras pruebas de supervivencia que se tienen en años de 16 de los cientos de rehenes en manos de los rebeldes. 

La ex candidata recuerda a sus dos hijos Melani y Lorenzo, les recomienda que estudien y terminen sus doctorados y que desde agosto, cuando fue separada de otros rehenes, vive como la única mujer rodeada de secuestrados hombres y que trata de hablar lo menos posible “para evitar problemas”.

 Dijo que sus captores le pedían “pruebas de supervivencia a quemarropa”, dejando entrever que escribía de prisa. “Mamita, ay vinieron por las cartas. No voy a alcanzar a escribir todo lo que quisiera”.  Agradece las gestiones del presidente de Venezuela Hugo Chávez y de la senadora colombiana Piedad Córdoba, que desde agosto hasta la semana pasada hicieron gestiones antes las FARC para lograr un canje de secuestrados por rebeldes en prisión. Bogotá canceló esas negociaciones porque dijo que el venezolano desoyó recomendaciones del gobierno del presidente Alvaro Uribe para que no se comunicará directamente con mandos castrenses colombianos.

EEUU incómodo por 3 rehenes
WASHINGTON,  (AFP)
– Estados Unidos se encuentra incómodo por la necesidad de lograr la liberación de sus tres rehenes en manos de las FARC sin enfrentarse a su mayor aliado latinoamericano, el presidente colombiano, Alvaro Uribe, que adoptó una línea dura con la guerrilla, explicaron analistas a la AFP.

 «Es un dilema para Estados Unidos», explicó Michael Shifter, vicepresidente del Diálogo Interamericano en Washington, después de que las autoridades colombianas difundieran el jueves videos de varios de los rehenes, entre ellos los tres norteamericanos secuestrados desde el 13 de febrero de 2003.

 «Por una parte, hay un interés humanitario por los rehenes y, por otra, no creo que Estados Unidos esté dispuesto a entrar en un conflicto con Uribe sobre este tema. Hay demasiado por medio», añadió el analista, en alusión a la importancia de Colombia para la lucha antidroga, entre otras cosas.

 Daniel Restrepo destacó, por ejemplo, que Estados Unidos «tiene miedo a que Uribe trate de rescatar a los rehenes.

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