Tenían los tambores, las maracas y el aguardiente preparados para la fiesta, pero los colombianos residentes en París partidarios del «Sí» en el plebiscito se llevaron una decepción la madrugada del lunes con el rechazo al plan de paz con la guerrilla de las FARC.
Contra todo pronóstico, Colombia votó «No» el domingo al pacto de paz que buscaba poner fin a 52 años de guerra con la guerrilla de las FARC.
En una asociación a las afueras de la capital francesa, los colombianos se reunieron para celebrar los resultados de un plebiscito histórico, pero a medida que avanzaba el conteo las lágrimas brotaban.
«Estoy alterada, es que yo jamás hubiera esperado algo así», contó Rosario Fernández, una mujer de 50 años originaria de la Guajira, en el norte colombiano, que emigró para estar cerca de su hija instalada desde hace décadas en Francia.
Entre los organizadores, que llevaban las últimas semanas programando manifestaciones y jornadas divulgativas, la sorpresa no era tan marcada.
«Yo esperaba que ganara el ‘Sí’, pero igualmente el resultado muestra que el país está en transición. Hace 10 años el ‘No’ hubiera arrasado con más del 80%. Son más de 50 años de guerra. Salir de un conflicto lleva tiempo.
Fue una campaña de un mes para un acuerdo de más de 200 páginas», argumentó a la AFP Liliana Galindo, socióloga y activista de la campaña «Ciudadanús por la paz de Colombia».
Los acuerdos negociados en La Habana entre el gobierno de Juan Manuel Santos y la guerrilla de las FARC fueron rechazados por el 50,21% de los votantes, frente a 49,78% que votaron a favor.
«Queremos un país mejor. Sin violencia y sin guerra. Pero para mí no estaba tan claro que fuera a ganar el ‘Sí’. Yo conozco a mi pueblo, conozco la mentalidad.
Llevo cinco días sin dormir pensando en los resultados», confesó Carlos Donoso, productor que lanzó una campaña en las redes sociales de videos con testimonios de colombianos residentes en París.
El pacto con las FARC buscaba terminar el más antiguo conflicto armado de América, que dejó 260.000 muertos y 6,9 millones de desplazados. Ya bien entrada la noche los asistentes repasaban el repertorio de Mercedes Sosa y otros músicos latinoamericanos.
«La única victoria moral es que seguimos creyendo. Votamos por la vida», se conformó Andrés Duarte, un actor afincado en París desde hace 14 años. «Nos vamos tristes, pero no desmoralizados», fue la conclusión.