ÁLVARO ARVELO HIJO
El periodista Alvaro Arveno hijo expone sobre las preferencias de los fanáticos en la pelota de RD.

Aquí está:

¿Existe un censo nacional que contenga cifras especiales, o sea, detalles que por lo regular no se ofrecen en los censos oficiales y tradicionales?

 ¿Por qué no se da a conocer el nuevo Censo Nacional de Población, con todos los detalles que lo acompañan y no solo lo de que somos 9 millones setecientos mil dominicanos?

 El tema surgió en el programa radial «El Gobierno de la Mañana» (Z-101), cuando el licenciado Daniel García Archibald, comentarista de dicho espacio, me preguntó si es cierto que hay un censo hecho por una prestigiosa universidad dominicana que, entre otras cosas, señala que el Glorioso Licey es el equipo que posee la mayor fanaticada. Daniel es escogidista, pero admira las hazañas, la gloria, la mística, lo increíble del glorioso conjunto de la enseña azul.

Es cierto, es decir, una universidad dominicana hizo una encuesta especial sobre temas, repito, que por lo regular no se enfocan, y dentro de esos puntos está un capítulo dedicado al béisbol, deporte rey en la República Dominicana y parte de la tradición criolla, de la memoria histórica, de la reserva espiritual del pueblo, con el Licey a la cabeza. Yo no sé porqué esa universidad no publica ese censo tan particular, que entre otros tópicos recoge el del béisbol, y dentro del mismo las simpatías populares. No quisiera pensar que no se da a conocer porque el Rector Magnífico es… ¿?

Bueno, a nadie debe extrañar, como no le extrañó al escogidista García Archibald, que el primer lugar de las simpatías corresponden al Glorioso Licey. ¿Por qué no debe causar extrañeza que ese censo señala al Licey como el equipo de béisbol dominicano con el mayor caudal de simpatías a nivel de todo el país?

Muy sencillo:   El Escogido nace, surgido de los equipos San Carlos y Nuevo Club para «escoger» uno entre esos dos y tratar de ganarle al Licey, ya el Glorioso tenía 15 años cosechando mística, hazañas y glorias que sobreviven, con más fe ahora tras 100 años.  Cuando surgen las Estrellas Orientales y las Águilas Cibaeñas ya el Licey tenía 30 años de igual cosecha deportiva: triunfos, logros inconmensurables, magia, etcétera.  Las Estrellas Orientales, por ejemplo, forman un equipo provincial, con alguna incidencia regional pero no así un equipo de cobertura nacional.

No hay un estrellista en Moca, en San Juan de la Maguana, en Puerto Plata, en la Capital, etcétera.

Las Águilas Cibaeñas forman un equipo provincial y con influencia regional, ahora reducida esa relativa influencia por la presencia de los Gigantes.

No hay aguiluchos en San Pedro de Macorís, en La Romana, en San Cristóbal, en Barahona, en Baní, etcétera. -El escogido, tras nacer, repito, 15 años después del Licey y estar mermado en la última generación, nunca ha competido en popularidad con el Licey.

-Y el Licey, en cambio, tiene presencia nacional (dicen que en Santiago hay casi tantos liceístas como aguiluchos) y una mística que aumenta esa presencia con cada generación de fanáticos.

¡Más claro, ni el agua!.