POR MARIEN A. CAITAN
Aunque la jornada era festiva, las noticias de primera página fueron las protagonistas del día: todo el mundo hablaba de la isla artificial, la reforma fiscal,  el metro y el dólar… la vida, inevitablemente, transcurre a pesar de las palabras.

Es que para los columnistas y colaboradores de los periódicos Hoy, El Nacional y El Día poco importó que se les haya convocado para un encuentro navideño. Para ellos, aunque el almuerzo era para disipar, había temas que no se podían obviar.

Los promotores de la isla, por ejemplo, fueron los grandes protagonistas del día. También el proyecto del metro, la «corneta» de la Ortega y Gasset» y los apagones de la  ciudad. Cuántos abusos, decían unos y otros, al tiempo de reconocer que en el último año al menos hemos logrado una cierta tranquilidad en el orden de la economía y la tasa de cambio.

Hubo, sin embargo, conversaciones a lo bajo. Columnistas como Guido Gómez Mazara, por ejemplo, se enfrascaron en conversaciones tan íntimas que sólo se adivinaba una que otra sonrisa.

Amén de las intenciones de voto o convencimiento, lo cierto es que el día transcurrió en medio de los buenos deseos: todos, independientemente de lo «derecho o izquierdo» de sus inspiraciones», brindaron en honor de la camaradería, la lealtad y la honestidad. Todos, de una forma u otra, mostraron hasta qué punto se sienten identificados con el medio al que entregan sus palabras.

Volviendo con los temas más discutidos, fue la construcción de la isla artificial la que ocupó la «primera página». Para muchos, como ya han escrito sobre ello, el hablar acerca del contrato que proponen los inversionistas es algo demoníaco: se trata de entregar el país a cambio de una migaja.

Para ellos la historia se resume fácilmente. Es que temen que los inversionistas quieran estafar al gobierno al proponerle el ganar una comisión del 5% de las ventas a cambio de que el Estado garantice el 100% de la inversión y las ganancias.

Otro tema de importancia fue el del metro. Todos decían que, al igual que este proyecto, la isla se hará cuando la gente menos de lo espere.

-«Con la isla va a pasar lo mismo que con el metro: Diandino esperó y, cuando nos olvidamos del asunto, empezó a excavar», dijo uno de los parroquianos.

Para mucha gente el silencio que ha surgido tras las discusiones de la viabilidad del proyecto es temerosa. A pesar de la opinión, sin embargo, muchos aspiran  a que el proyecto no sea una realidad.